El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) criticó que el gobierno federal haya ejecutado menos inversión física productiva el año pasado.
“El gasto público en inversión física otra vez fue decepcionantemente bajo. Sumó 692 mil millones de pesos, cifra que si bien fue 0.2 por ciento mayor a la del año previo, resultó 29 mil 800 millones inferior a la cifra presupuestada.
“El 44.6 por ciento se canalizó al sector de hidrocarburos, al parecer consecuencia en buena medida de la inversión en refinación, obviamente incluyendo el proyecto de la refinería en Dos Bocas”, apuntó en su nota semanal.
Destacó que el mayor aumento del gasto programable se concentró en el incremento de 20.4 por ciento en las erogaciones de los ramos administrativos, con énfasis en los principales programas objetivo del Presidente.
El gasto de la Secretaría de Energía (Sener) tuvo un crecimiento anual de 485 por ciento por las mayores aportaciones patrimoniales del gobierno federal a Petróleos Mexicanos (Pemex) para fortalecer su situación financiera y amortizar el pago de su deuda.
El CEESP añadió que la lógica de la prudencia fiscal apuntó a que el gobierno debería estar preparado para contener su gasto o hacerlo más eficiente.
Ésto, debido a que los resultados de las finanzas públicas en 2021 no parecen reflejar unos desequilibrios de preocupación inmediatos, pero ante la debilidad de los ingresos la percepción puede cambiar, advirtió.
La evolución del gasto público mostró señales de un incremento preocupante y su composición es poco productiva, agregó el centro.
Explicó que además, se genera un problema de replicación de pobreza combinado con baja rentabilidad social de obras como el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y el Aeropuerto en Santa Lucía.
“Los proyectos insignia no tienen prueba de su rentabilidad social, como lo requiere la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria”, puntualizó el CEESP.
PAL