El peso cerró la semana con una apreciación de 0.39 por ciento o 7.9 centavos, cotizando alrededor de 20.06 pesos por dólar.
El peso se apreció a pesar de que el índice ponderado del dólar mostró un avance semanal de 0.26 por ciento frente a sus principales cruces.
A decir de Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero Base, la estabilidad del tipo de cambio se debió a que el mercado espera que Banco de México siga subiendo su tasa de interés durante los últimos dos anuncios del año, para ubicarla en 10.5 por ciento en diciembre.
Si bien en la sesión del viernes se publicó la inflación de septiembre en México, ubicándose por debajo de las expectativas en 8.70 por ciento anual, no se han desvanecido los riesgos de presiones adicionales al alza para la inflación.
En específico, la inflación subyacente se ubicó en 8.28 por ciento anual, acumulando 22 meses consecutivos de incrementos y alcanzando su mayor nivel desde septiembre del 2000.
Cabe mencionar, que el componente subyacente de inflación, también conocido como inflación medular, determina la trayectoria de mediano y largo plazo para la inflación general, por lo que la tendencia al alza sostenida implica que también persisten los riesgos al alza para la inflación general en los próximos meses.
Otro factor que influyó para la estabilidad del peso, fueron los precios de las materias primas, en específico los energéticos, que mostraron ganancias semanales, permitiendo la apreciación de divisas de países productores de éstos y en particular de economías latinoamericanas.
Siller refirió que, aunque México no es considerado un país clave en la producción de materias primas, el peso mexicano se benefició al ser la segunda divisa más líquida entre las de economías emergentes, sólo por detrás del yuan chino.
Asimismo, el peso mexicano opera las 24 horas, lo que permite que sea empleado para especular sobre el desempeño de otras divisas.
En la semana comprendida entre el miércoles 28 de septiembre y el martes 4 de octubre, las posiciones especulativas netas a la espera de una apreciación del peso en el mercado de futuros de Chicago, mostraron una contracción de 9.68 por ciento o cuatro mil 001 contratos, ubicándose en 37 mil 321 contratos, cada uno de 500 mil pesos.
Las posiciones especulativas netas acumulan 17 semanas consecutivas posicionadas en contra del peso mexicano, sin embargo, no se observa que las posiciones en contra del peso crezcan de forma sostenida, lo que ha permitido que el tipo de cambio cotice con estabilidad en niveles alrededor de 20.00 pesos por dólar.
En la semana, el euro tocó peso tocó un máximo de 19.9729 y un mínimo de 19.4958 pesos por euro.
Cierre de Bolsa de Valores
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cerró la semana con una ganancia de 2.47 por ciento, ubicándose el Índice de Precios y Cotizaciones (S&P/BMV IPC), en los 45 mil 728.87 puntos.
Ello, a pesar de la pérdida de 1.29 por ciento registrada al término de la sesión de este viernes y de tres semanas consecutivas en un número rojo en las que acumuló una pérdida de 5.14 por ciento.
Al interior del IPC, 25 de las 35 emisoras que componen el índice registraron ganancias, destacando las de Industrias Peñoles (+13.17 por ciento), Volaris (+10.68n por ciento), Inbursa (+9.12 por ciento), Banorte (+8.88 por ciento).
Así como BanBajío (+8.43 por ciento), Banregio (+5.29 por ciento) y los Grupos Aeroportuarios del Pacífico (+9.23 por ciento), del Centro (+5.54 por ciento) y del Sureste (+5.30 por ciento).
En tanto que, los principales índices bursátiles de Europa y Norteamérica cerraron la sesión con sus primeras ganancias semanales después de tres semanas consecutivas de pérdidas.
La semana comenzó con un efecto rebote después de que en septiembre registró fuertes pérdidas ocasionadas por una lectura de inflación mayor a la esperada en Estados Unidos, así como del ajuste al alza en las expectativas para la tasa de interés al cierre del 2022 y 2023, que en ambos casos aumentó cerca de 100 puntos base.
En los primeros dos días de la semana, el S&P 500 logró avanzar 5.73%, mientras que el Nasdaq Composite ganó 5.68%. Estas ganancias fueron las mayores para un periodo de dos días desde abril del 2020, cuando se dio un rebote del impacto de la pandemia.
Sin embargo, tanto cifras económicas sólidas como comentarios por parte de oficiales de la Reserva Federal de Estados Unidos que sugieren que la postura monetaria restrictiva permanecerá por un largo periodo de tiempo, pusieron fin al rebote en el mercado de capitales, explicó Gabriela Siller.
No obstante, en los últimos tres días de la semana, todos los principales índices registraron pérdidas, a excepción del IPC de la Bolsa Mexicana de Valores que registró una ganancia el jueves.
En la última sesión de la semana, el mercado de capitales reaccionó de manera negativa al reporte de empleo de Estados Unidos, que mostró que en septiembre la nómina no agrícola aumentó en 263 mil personas, cuando los analistas esperaban un aumento de 255 mil.
Esto llevó a la tasa de desempleo a disminuir de 3.7 a 3.5 por ciento, cuando se esperaba que se mantuviera sin cambio.
El mercado interpretó estos datos como una señal de que la economía sigue sobrecalentada y el alza en la tasa de interés aún no ha logrado impactar al mercado laboral y disminuir las presiones inflacionarias.
A pesar de una fuerte caída de 2.80 por ciento en la sesión del viernes, el S&P 500 logró cerrar la semana con un avance de 1.51 por ciento; por su parte, el Nasdaq Composite cayó 3.80 por ciento en el último día de la semana, pero logró terminar la semana con un avance de 0.73 por ciento.
En Europa, el índice Stoxx Europe 600, que agrupa cerca del 90 por ciento de la capitalización total del mercado bursátil del continente, registró un avance de 0.98 por ciento en la semana. El DAX de Alemania ganó 1.31 por ciento, mientras que el FTSE 100 de Londres subió 1.41 por ciento.
En la próxima semana, el mercado estará atento a la publicación del dato de inflación de septiembre en Estados Unidos, que se dará a conocer el jueves 13 de octubre.
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