La posible aprobación y puesta en marcha de la contrarreforma eléctrica del presidente López Obrador podría dejar sin electricidad a 50 por ciento del país, dijo Carlos de María, vicepresidente de la Academia Mexicana de Derecho Energético.
Durante la primera mesa de los foros de análisis de la iniciativa, el especialista advirtió que se plantea cancelar los contratos de los privados, con lo cual se afectaría a 62 por ciento de la generación nacional de energía.
“Ello derivaría en una insuficiencia de generación, alrededor del 50 por ciento del país podría quedarse sin luz”, mencionó. Ello tendría un impacto en cerca de 60 millones de personas.
Esto traería como consecuencia un paro económico en las industrias y comercios, la pérdida de empleos, el riesgo de que México deba pagar indemnizaciones millonarias a las empresas y un daño reputacional para nuestro país, además de la destrucción en la calificación crediticia.
A su vez, José Manuel Ornelas Alba, jefe de la oficina del programa de ahorro de energía de la CFE, dijo que la reforma energética de 2013 generó el otorgamiento de contratos a privados sin un orden, lo cual produjo exceso de capacidad en el sistema eléctrico, dijo
Explicó que el actual marco regulatorio provocó que los privados y los generadores de autoabasto incrementaran de 18 a 31 por ciento su participación de mercado.
En contraste, la CFE pasó de 54 a 39 por ciento entre 2017 y 2021, por lo que de seguir con esta tendencia la cuota de mercado en generación de la compañía estatal caería hasta 16 por ciento en 2030.
“Como resultado de la reforma se dieron permisos con desorden, con exceso de capacidad y la necesidad de respaldar a los generadores intermitentes representa un costo que pagan todos los mexicanos”, afirmó.
Afirmó que la CFE no está en contra de las fuentes renovables intermitentes, pues “esta energía sirve, cabe en el sistema, pero de forma ordenada en la que beneficie a las regiones que la necesitan, y donde las propias condiciones de las líneas lo permitan, no generando alta concentración en zonas donde causen inestabilidad”, mencionó.
Comentó que debe procurarse una sustitución gradual y ordenada de los combustibles fósiles, por eso “el Estado debe tener la rectoría del sistema eléctrico nacional, tenemos sistema sobre equipado de generación y deficitario en transmisión”, dijo.
Piden cancelar contratos a privados
Por su parte, Nicolás Domínguez, vicepresidente de la sociedad de Ingenieros Hispanos Profesionales, opinó que esos contratos deberían cancelarse porque las empresas privadas generan excedentes de electricidad que no venden a la CFE sino a otras empresas, violando la ley y obteniendo beneficios para su negocio.
“En México el 10 por ciento de las empresas, controlan el 40 por ciento de la generación privada. A ellas no les gusta la competencia por eso hacen fusiones y adquisiciones de otras y su competencia es la CFE que las subsidia con miles de millones de pesos cada año”, dijo.
Hector Cuapio Ortíz, representante del Sindicato único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (Suterm), afirmó que a causa de la reforma energética de 2013 la CFE perdió el control del despacho eléctrico, y la merma económica por la energía no despachada representa un costo de 215.4 mil millones de pesos anuales.
“A esa cantidad se deben sumar 222.9 mil millones de pesos que la CFE emplea para la compra de energía a privados”, mencionó.
A su vez, Rosanety Barrios, consultora en energía, dijo que el Estado por sí solo no tiene los recursos para invertir y mejorar la cobertura y la calidad del servicio eléctrico.
Mencionó que en los próximos 15 años se requieren inversiones de por lo menos 80 mil millones de dólares para modernizar y ampliar líneas de transmisión, distribución y plantas de generación.
“Se necesita más competencia en generación eléctrica, más energía renovable, mejor regulación”, destacó.
Montserrat Ramiro, ex comisionada de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), dijo que la contrarreforma eléctrica del presidente López Obrador está basada en premisas erróneas.
Dijo que después de 2015 la CFE tuvo un desempeño positivo, alcanzando márgenes de rendimiento netos de 19.28 por ciento netos.
“En 2020 se decidió cambiar nuevamente las condiciones de edad y antigüedad de la CFE creando un problema financiero. El margen neto de rendimiento en ese año fue de -17.24 por ciento, los beneficios ganados en el tiempo se destruyeron”, añadió.
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