Los hackeos por robo de identidad provocan pérdidas por 20 mil millones de pesos por año para las víctimas, de acuerdo con expertos.
Ese monto es comparable al presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE) para este año, considerado en 19 mil 736 millones de pesos.
Fredrik Nilsson, director general de la empresa Binaria, explicó que sólo una de cada tres personas en promedio se dan cuenta que han sido vulneradas por este ciberdelito.
Ello porque los delincuentes digitales se valen de estrategias cada vez más sofisticadas para acceder a los datos personales, entre ellas, el uso de software para infectar dispositivos, así como campañas de ingeniería social para obtener la información mediante engaños.
Con ello, nuestro país ocupa el octavo lugar en robo de identidad a nivel global y el segundo en América Latina, dijo el especialista.
José Luis Peralta, experto de la firma de análisis Cierte Consulting, afirmó que los delincuentes también han optado por hackear aplicaciones como WhatsApp y otras herramientas de comunicación, para solicitar dinero para estafar a los contactos de las víctimas, además de acceder a su información sensible.
“El medio de comunicación por excelencia es el smartphone; allí tienes toda tu información, cuenta de banco, fotos, passwords y se convierte en objetivo más valioso que la computadora”, dijo Peralta.
Por su parte, Nilsson agregó que durante la pandemia los atacantes se valieron de otras estrategias para sacar ventaja de la usurpación de identidad.
“Ha habido personas que han reclamado el pago del seguro de vida de otros usuarios, y sucede que la persona que compró la prima sigue realizando los pagos, lo que significa que no murió”, destacó.
Comentó que con estos métodos, los delincuentes buscan valerse de cualquier error del usuario para obtener algún beneficio económico.
“Por ello es vital que las personas y las instituciones blinden su información privada”, añadió.
CAR