El gobierno de México reconoció que no puede competir con los incentivos fiscales que ofrece su par de Estados Unidos, en el marco de una instalación de planta de semiconductores electrónicos.
“Como bien se imaginarán, no podemos competir con respecto a los incentivos fiscales”, comentó Mónica Duhem, titular de la unidad de inteligencia económica de la Secretaría de Economía (SE), en el marco de Foro de Reactivación Económica organizado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Expuso que incluso sería un error ir al tú por tú contra los incentivos que el gobierno de Estados Unidos encabezado ahora por Joe Biden ofrece.
“Sobre todo la cantidad de dinero que está inyectando para ciertos proyectos de inversión, pero sí creo que tenemos para competir a largo plazo y ser complementarios. La economía mexicana se va a aprovechar para ser proveedora en esta periferia”, agregó.
Agregó que en los rubros donde sí puede competir México como país, es en decisiones de inversión a largo plazo, que no tiene que ver con incentivos fiscales, sino con la sustentabilidad a largo plazo de los negocios, por sus precios y costos en general que pueden tener las empresas.
Ante la demanda de aparatos electrónicos a nivel global, la cual creció por la pandemia desde el año pasado, los requerimientos de semiconductores o chips aumentaron en todo el mundo y esto generó que su abasto para la industria automotriz disminuyera.
Por eso, desde este año la industria automotriz global ha sido afectada por la escasez de estos chips, lo que no les está permitiendo ensamblar vehículos completamente o descartando la fabricación de ciertos modelos.
Representantes de la industria estiman que la escasez dure hasta mediados de 2022, cuando en enero estimaban que el impacto fuera de solamente medio año.
Eduardo Solís, consultor internacional de la agencia Msquare Consultores, quien también fue expresidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, señaló que para una planta de semiconductores se requieren inversiones de entre 3 mil 500 millones y 4 mil millones de dólares.
Agregó que para dar incentivos a una inversión así, cualquier gobierno federal y/o local debería ofrecer incentivos de entre 800 y mil millones de dólares.
La funcionaria de la Secretaría de Economía apuntó que además, están observando que hay inversionistas internacionales que están interesados en el país, incluso más que los nacionales, porque pueden planear a largo plazo.
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