Casi dos millones de contribuyentes fueron dados de baja del Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) en lo que va de la pandemia, según datos del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Al cierre del primer semestre se registraron tres millones 442 mil causantes en ese esquema. En febrero de 2020, antes del impacto del COVID-19, se contabilizaron cinco millones 435 mil 406. Ello implica una disminución de un millón 993 mil 400.
En febrero, el SAT informó que dio de baja miles de registros del RIF por operaciones irregulares, como ingresos facturados por arriba de dos millones de pesos en 2020, que es lo que permite la ley.
Así, de febrero a marzo se registró una reducción de 1.54 millones de pagadores de impuestos. No obstante, en el segundo trimestre hubo otra caída de 295 mil causantes activos.
Además de la limpia que emprendió el SAT, Juvenal Lovato, especialista de derecho fiscal en la UNAM, señaló que también se reflejan los efectos de la crisis en el resultado.
Explicó que, por las bajas ventas, muchos negocios se vieron imposibilitados a pagar sus obligaciones y optaron por darse de baja y pasar a la informalidad. Otro factor, dijo, es que incorporarse al RIF se volvió complejo y le resta atractivo.
El RIF está hecho para las personas físicas con actividades empresariales que obtengan ingresos por hasta dos millones de pesos anuales y tengan negocios como una dulcería o salón de belleza, o que ofrezcan servicios como plomería o carpintería y vendan productos por las que obtienen una comisión, como tarjetas telefónicas.
DZA