Antes de la pandemia, México ya era uno de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con la peor cobertura médica, una situación que se agravó más con la crisis sanitaria, lo cual afectó la economía de los mexicanos, advirtió el organismo internacional.
El reporte Panorama de los Gobiernos 2021, elaborado por la OCDE, refirió que nuestro país tiene limitada cobertura de salud y 41 por ciento del gasto sanitario procede del bolsillo de los ciudadanos.
Ante la saturación de hospitales y una menor atención a otros padecimientos éste tuvo un incremento muy significativo, detalló.
“Prácticamente cualquier familia que tenga que hacer frente a una enfermedad crónica o catastrófica con recursos propios va a terminar en pobreza porque no hay recursos que alcancen”, dijo Fatima Masse, directora de sociedad incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
La ENCOVID19 sobre gasto en salud, destacó que, a un año de la pandemia, tan sólo para la atención de coronavirus, 28 por ciento de los hogares con menores ingresos en México destinaron más de 50 por ciento de sus recursos de todo el año para atender a sus enfermos.
Según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), en 2020 las consultas para atender enfermedades crónicas en el sistema de salud público cayeron 40.4 por ciento.
“Esa caída pudo compensarse con la atención en servicios privados, eso para quienes tienen la capacidad de pago, pero no todos los mexicanos la tienen”, indicó Judith Senyacen Méndez, coordinadora de salud y finanzas públicas del CIEP.
Destacó que uno de los principales retos para el sistema va a ser la interrupción de los servicios que no fueron COVID, pues el costo de no haberlos atendido va a ser mucho mayor.
PAL