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Tercera ola de contagios no va a tener un impacto fuerte en la economía: IMEF

El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas exhortó a poner en marcha una serie de medidas para sustituir “las muletas” que sostienen a la economía mexicana

ECONOMÍA

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El gobierno federal debe implementar una serie de medidas Foto: Cuartoscuro

La tercera ola de contagios de COVID-19 no va a tener un impacto “muy fuerte” en la economía mexicana, estimó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

“El escenario base es que sí venga una tercera ola, que sea una ola de contagios y no de fallecimientos y que no tenga un impacto económico muy fuerte”, señaló Gabriel Casillas, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.

En conferencia de prensa, el analista comentó que si bien la variable Delta de COVID-19 es el principal riesgo económico y amenaza con ser un viento en contra para la recuperación, se espera un menor impacto debido a que empresas y familias ya aprendieron a coexistir con el virus, además de que “una buena parte” de la población ya está vacunada y no se esperan restricciones a la movilidad social como las que se vieron en 2020.

Además de la crisis sanitaria, existen otros riesgos en los cuales se debe poner atención, señaló Casillas: aumentos anticipados en la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos; falta de crecimiento, la inseguridad y (de largo plazo) los temas educativos, ante el rezago que generó la pandemia.

Ante ese escenario, el analista comentó que el gobierno federal debe implementar una serie de medidas para sustituir, cuando llegue el momento, los efectos favorables de las políticas fiscal y monetaria de Estados Unidos.

“En el momento en que México camine sin muletas, (es decir) ya que se acabe el efecto rebote, todos los estímulos fiscales y monetarios del exterior, vamos a caminar a un paso más lento del que traíamos, por debajo de 2.3 por ciento”

Entre esas políticas públicas, dijo, está una reforma fiscal, un cambio en el discurso con la Iniciativa Privada, frenar toda aquella iniciativa que genere incertidumbre y no dar reversa a la reforma energética.  

“Cambiar la narrativa gubernamental con respecto al sector privado sería clave, no se necesita gastar un peso, simplemente es ofrecer esa certeza jurídica con la que contábamos antes”, señaló.

Por: Fernando Franco 

dhfm