COZUMEL. La caída de la industria de cruceros a nivel global por la pandemia provocó una severa crisis económica en la Isla de Cozumel, que depende casi por completo del turismo.
Desde marzo de 2020, los cruceros detuvieron operaciones, lo que generó pérdidas en el destino por 700 millones de pesos, si se considera la derrama de 2019, que alcanzó mil 272 millones de pesos, según datos de la Secretaría de Turismo.
Joel Ángel, transportista de pasajeros, expuso que 80 por ciento de las personas que trasladaba eran turistas de cruceros. Con el cese de operación, sus ingresos se desplomaron.
En más de un año, él y su familia han hecho “malabares” para reponerse de la crisis. “Tuve que vender una propiedad para pagar mi camioneta. Lo bueno es lo que viene, no nos dábamos cuenta de lo afortunados que éramos”, dijo.
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José Luis, otro comerciante, refirió que sus ventas cayeron 60 por ciento con respecto a lo que facturaba antes de la pandemia, aunque en los primeros meses del confinamiento, “de plano no se venía nada.
Sin embargo, ambos ven con optimismo el futuro, con el avance en la vacunación y la llegada gradual de cruceros.
Pedro Joaquín Delbouis, presidente municipal de Cozumel, aseguró que se ha tenido comunicación constante con las empresas de cruceros para impulsar el regreso de los navíos a la isla, para apresurar la recuperación.
Carmen Joaquín, integrante de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en el municipio, expuso que la pandemia dejó como aprendizaje para los isleños que no es posible depender de una sola industria.
“El regreso de los cruceros nos lo postergaban, entonces tuvimos que aterrizarnos y entender que no iban a volver esos navíos. Comenzamos a repensar qué es lo que íbamos a hacer con el destino”, dijo en entrevista con El Heraldo de México.
Por Alejandro Castro
dza