A pesar del entorno complicado que enfrenta la industria privada en energía, el sector eólico creció 36 por ciento entre 2018 y 2020, al pasar de cinco gigawatts (GW) a 6.8 de capacidad instalada.
Según datos de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (Amdee), actualmente hay 68 parques de generación operando en 14 estados país, donde destaca Oaxaca, con una capacidad instalada de dos mil 749 megawatts; Tamaulipas, con mil 715 megawatts; y Nuevo León, con 793 megawatts.
La energía que producen estos parques asciende a 21.14 therawatts al año, lo que equivale al consumo de 14 millones de hogares en el país.
Además, la operación de tres mil 175 turbinas generadoras de electricidad eólica evita la emisión de hasta 12 millones 200 mil toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año.
“Este nivel de emisiones evitadas es como sacar de circulación a tres millones de autos de combustión interna”, dijo Leopoldo Rodríguez Olivé, presidente de la Amdee.
La industria eólica ha generado 13 mil millones de dólares en inversión, en donde tres mil 526 millones se derivan de proyectos adjudicados en las subastas de largo plazo realizadas en el sexenio pasado, por la Reforma Energética.
Mediante esas subastas, las empresas competían para instalar centrales de electricidad, los ganadores eran los que ofrecían los costos más bajos. En dichos concursos se llegaron a registrar precios de hasta 20 dólares por megawatt, los más baratos a nivel internacional.
De estos procesos, se adjudicaron 2.2 GW para capacidad instalada de proyectos eólicos, según datos de la Amdee.
El sector eólico genera 16 mil empleos; 56 por ciento en manufactura; 34 por ciento en construcción, y el restante en otros rubros.
Rodríguez Olivé dijo que para este año se prevé invertir 500 millones de dólares, principalmente para el desarrollo de proyectos ya existentes, pues hacia adelante hay incertidumbre en nuevos parques.
Ramón Fiestas, presidente del Global Wind Energy Council (GWEC), dijo que la tendencia mundial apunta a una mayor demanda de energías renovables y un decrecimiento paulatino de combustibles fósiles.
En 2020, América Latina marcó un nivel de desarrollo récord, al registrar el mayor crecimiento en incorporación de generación eólica con 22 mil megawatts instalados.
Por Adrián Arias
PAL