Si bien diversos factores como la corrupción, la falta de coordinación, la coexistencia de tecnologías incompatibles y la falta de presupuesto entre otros, han sido causa de un deterioro de la radiocomunicación para seguridad pública en México, ahora la red de comunicaciones en la materia, atraviesa por una encrucijada es decir, consolidarse o pulverizarse hasta desaparecer.
De acuerdo con Ricardo Corral, experto y consultor en temas de seguridad pública, los gobiernos estatales, que son los principales propietarios y operadores de la red nacional actual, deciden si destinarán recursos federales a su mantenimiento y operación o si comprarán equipos y pedazos de red en tecnologías de banda angosta diferentes.
“Desprovistos de una política nacional compartida que los involucre y una hoja de ruta que articule sus esfuerzos, los estados están a la deriva, atrapados entre argumentos encontrados, presiones comerciales contrapuestas y señales informales de la autoridad rectora respecto del rumbo a seguir”, señaló Ricardo Corral.
Y es que, aunque todos coinciden en que la red actual debe modernizarse, no hay ninguna definición oficial respecto de cuál es la solución, qué camino tomar, cómo hacerlo, con quienes, en qué tiempos y con qué recursos.
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Por un lado, la Federación promueve la adquisición de equipos y tecnologías distintas a la red nacional existente y por otro los invita a sumarse voluntariamente a una red nueva que planea crear con instituciones federales, sin contar aún con las definiciones, reglas y lineamientos técnicos indispensables. Asimismo, la migración tecnológica de una red nacional no puede darse de manera desarticulada y a voluntad de cada quien, dijo el experto.
En diciembre entró en vigor un acuerdo presidencial para la conformación, desarrollo, modernización y actualización de la Red Integrada Nacional de Radiocomunicación (RNIR), a través de la cual se pretende articular los esfuerzos, recursos y capacidades del gobierno federal, de los estatales y municipales para mejorar y consolidar la radiocomunicación de misión crítica en México, esto pondría fin a los problemas que llevaron a debilitar la Red Nacional de Radiocomunicación (RNR) existente.
Los estados quieren también modernizar sus comunicaciones, pero entienden de las complejidades y repercusiones operativas y financieras, de una migración tecnológica como la que se les propone sin bases transparentes ni acuerdo nacional y saben que migrar de una red de banda angosta a otra de banda angosta, no es una solución durable ni pertinente en el corto plazo, señaló Ricardo Corral.