Los empleos que generaba la construcción del Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y que se perdieron con su cancelación no se han recuperado en tres años, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Esto sucede incluso a mitad de la presente administración y cuando están en marcha proyectos prioritarios para el gobierno como el Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía, la refinería Dos Bocas y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Al cierre de julio de 2021, los empleos reportados en el sector de la construcción se ubicaron en 444 mil 211, una contracción de 13.1 por ciento o 68 mil 857 plazas, respecto al inicio de la administración, en diciembre de 2018.
Incluso, antes de la pandemia de COVID-19, se reportaron 481 mil 255 puestos laborales, 5.8 por ciento menos a los 511 mil 68 reportados al inicio de la administración.
La Secretaría de Hacienda reportó que el NAIM se quedó en un avance de 28 por ciento; en tanto, en septiembre el gobierno federal reportó que la refinería Dos Bocas tenía un avance de 33 por ciento; el aeropuerto de Santa Lucía, 67 por ciento y el Tren Maya, 12 por ciento.
“Esto es resultado de una decisión política de cancelar el aeropuerto, que era la opción viable para solucionar el problema de saturación. Los proyectos del Presidente, son cuestionables o caprichos políticos que no han sido capaces de recuperar el daño al empleo y a la economía”, expuso Edmundo Gamas, director del Instituto Mexicano de Desarrollo de Infraestructura.
Francisco Solaris, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), señaló que la participación del Ejército en las obras ha representado opacidad en el uso de recursos públicos.
CAR