FRAUDES BANCARIOS

Fraudes de ingeniería social entre los clientes de la banca, un delito en crecimiento

Los fraudes bancarios se hacen regularmente vía correo electrónico, redes sociales y llamadas telefónicas

ECONOMÍA

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El CEO de Citibanamex reconoció que este tema es “un foco rojo”Créditos: Especial

Además de los constantes riesgos cibernéticos, la banca mexicana enfrenta un desafío creciente: los ataques de ingeniería social entre sus clientes, señaló Juan Pablo Jiménez, vicepresidente de Ventas para América Latina de OneSpan, líder global en materia de seguridad en transacciones bancarias.

Este tipo de delitos se define como la manipulación psicológica de las personas para que, por voluntad propia, den datos sensibles a los ladrones y éstos puedan acceder a las cuentas bancarias de las víctimas sin mayor problema. 

Los canales por donde típicamente se realizan son por vía telefónica, correo electrónico y redes sociales.

En los primeros nueve meses de 2020 se contabilizaron siete mil 652 reclamaciones a la banca por presuntos fraudes relacionados con transferencias electrónicas no reconocidas, 12.9 por ciento más que en igual periodo de 2019, de acuerdo con la Condusef.

Óscar Rosado, presidente de la Condusef, comentó que el marco donde sucedieron, generalmente, estos eventos fue donde los ladrones llaman a la víctima para informar que tienen movimientos inusuales en su cuenta. 

En medio de la angustia, terminan por dar datos como NIP, número de cuenta, clave de seguridad y otros datos.

Jiménez comentó que los ataques de ingeniería social se combaten con educación financiera, porque no se trata de un hecho tecnológico, sino de conocimiento y manipulación psicológica.

Recientemente, Manuel Romo, CEO de Citibanamex reconoció que este tema es “un foco rojo” para la banca, que se dio en medio de los cambios de hábitos de los mexicanos.

Sobre el tema de ciberseguridad, Jiménez dejó en claro que no hay “ninguna bala de plata”, por lo que tanto los usuarios como los bancos deben estar siempre bien protegidos.

Por: Fernando Franco