En medio del limitado apoyo del gobierno a familias y empresas por el COVID-19, las utilidades y la calidad de los activos de la banca que opera en México se van a deteriorar más en el segundo semestre del año y en 2021, principalmente entre las instituciones más pequeñas y de nicho, alertó la calificadora Fitch.
“La respuesta fiscal limitada de México para apoyar a consumidores y a empresas en comparación con otros países de la región seguirá afectando la capacidad de pago de los acreditados. Esto ha reducido el apetito crediticio del sistema bancario en algunos nichos y segmentos específicos”, comentó la firma estadounidense.
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A julio, las ganancias de la banca cayeron 35.6 por ciento en términos reales, lo que significó la séptima disminución consecutiva, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
En un comentario especial, Fitch comentó que las utilidades del segundo trimestre de los bancos mexicanos reflejaron, principalmente, mayores reservas para pérdidas crediticias, ya que algunas instituciones buscaron captar el impacto del deterioro esperado de la cartera.
Las estimaciones preventivas para riesgos crediticios de la banca aumentaron 40 por ciento a julio, para sumar 117 mil millones de pesos, de acuerdo con la CNBV.
“El desempeño del trimestre también se vio afectado por la disminución de las tasas de interés, un crecimiento menor de cartera que en años anteriores, ingresos menores por intermediación y una provisión mayor para el deterioro esperado de la calidad de activos”, destacó.
Fitch prevé mayores presiones sobre los bancos especializados enfocados en préstamos a pequeñas y medianas empresas o con modelos de negocios concentrados en los segmentos de consumo y microfinanzas dirigidos a poblaciones de ingresos bajos y autónomos.
“Se espera que estos bancos enfrenten, inicialmente, presiones de calidad de activos y riesgos de liquidez más severos por flujos de efectivo más reducidos que los bancos más grandes con modelos de negocios más diversificados”.