A partir de esta temporada se comenzará a escribir un nuevo capítulo en las historia de los Chargers, quienes despidieron a su entrenador Brandon Staley terminando la temporada anterior, ya que durante los tres años en los que dirigió al equipo, únicamente los clasificó a Playoffs en una ocasión, partido que pasó a la historia gracias a la ventaja de 27 puntos que dejó escapar su equipo, quienes terminaron cayendo ante los Jacksonville Jaguars de un inspirado Trevor Lawrence que terminó lanzando cuatro pases de anotación, los cuales hicieron posible esa histórica remontada.
Después de esa desafortunada actuación del equipo de Los Angeles, la temporada pasada la directiva le puso un ultimátum a Staley, quien terminó de cavar su tumba después de haber iniciado la temporada con un récord de cinco victorias y nueve derrotas, siendo la última de ellas en contra de los Raiders, quienes los apabullaron con un marcador de 63-21.
Una vez que Staley fue cesado, Giff Smith fue nombrado entrenador en jefe de manera interina y con él terminaron la campaña, pero para esta temporada decidieron darle las gracias a Smith para darle paso al prestigioso entrenador Jim Harbaugh, a quien recordamos con los San Francisco 49ers hace poco más de diez años, equipo al cual llevó al Super Bowl en ese entonces, aunque lo terminaron perdiendo con los Baltimore Ravens, dirigidos por su hermano John Harbaugh.
Poco tiempo después de eso, Jim Harbaugh decidió abandonar al equipo de San Francisco y continuó su carrera dirigiendo a la Universidad de Michigan, a quienes hizo campeones en el fútbol americano colegial el año pasado, por lo que una vez que logró conseguir su objetivo, decidió regresar a la NFL con los Chargers, quienes lo sedujeron con su propuesta de trabajo, ya que tienen muy bien establecidos sus planes a futuro, partiendo de su Quarterback franquicia Justin Herbert.
Herbert es uno de los mejores mariscales de campo que existen en la actualidad, y es que cada temporada en la que ha jugado siempre ha demostrado el gran nivel que tiene, además de que ha mantenido a su equipo en la pelea cada semana, sin embargo, esto no ha sido suficiente para que hayan podido trascender. Este año deberá de aprender un nuevo esquema táctico, ya que al Coordinador Ofensivo del equipo Greg Roman le gusta mucho establecer primero el juego terrestre, y ya una vez que lo han logrado hacer, entonces es cuando comienzan a lanzar más el balón, situación en la que buscarán aprovechar la gran potencia que tiene Herbert en su brazo.
La temporada pasada Herbert vio su productividad mermada debido a constantes lesiones que no lo dejaron brillar como lo había venido haciendo regularmente, y para su mala fortuna una nueva lesión en la planta del pie lo tiene marginado de los entrenamientos durante esta pretemporada, por lo que su equipo ha dicho que lo irán reincorporando lentamente a los entrenamientos, para así evitar que se agrave dicha lesión, lo cual es un gran inconveniente para la ofensiva de los Chargers, ya que además de tenerse que adaptar a un nuevo esquema táctico, Herbert tendrá muy poco tiempo para irse familiarizando con sus nuevos receptores y compañeros de equipo.
Mientras tanto, la competencia por ser el Quarterback suplente del equipo se encuentra entre Easton Stick, MaxxDuggan y el mexico-americano Luis Perez, quien este año fue el líder en yardas aéreas y pases de anotación de la UFL (United Football League).
Después de la decepcionante temporada pasada, decidieron prescindir de los servicios de los receptores Mike Williams y Keenan Allen, además del corredor Austin Ekeler, por lo que ahora la ofensiva lucirá completamente diferente este año, con las incorporaciones del receptor novato Ladd McConkey, quien competirá inmediatamente con Quentin Johnson por el puesto del receptor número uno del equipo.
Además de McConkey, también contrataron al receptor DJ Chark, quien tuvo su mejor temporada jugando con los Jacksonville Jaguars hace cinco años, que fue cuando logró superar la barrera de las mil yardas por recepción, pero desde entonces sus números han ido en pleno descenso. Los otros receptores del equipo que buscarán ganarse un lugar dentro del equipo titular serán Derius Davis y Joshua Palmer.
Otro receptor que está peleando por lograr quedarse en la plantilla final es el receptor Brenden Rice, hijo del legendario jugador de los San Francisco 49ers Jerry Rice, y a quien reclutaron en la séptima ronda del Draft este año.
Para cubrir la baja del corredor Austin Ekeler contrataron a Gus Edwards y J.K Dobbins, ambos procedentes de los Baltimore Ravens. Dobbins viene recuperándose de una ruptura del ligamento anterior cruzado, misma que lo dejó fuera desde la primera jornada de la temporada anterior, mientras que Edwards el año pasado fue imparable en situaciones de zona roja, donde consiguió 13 anotaciones, gracias a la potencia con la que corre y domina las trincheras en situaciones de corto yardaje.
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La defensiva de los Chargers ha sido uno de los puntos más flojos del equipo, por lo que trajeron de vuelta al liniero Denzel Perryman, a quien conocen a la perfección, ya que jugó con ellos durante sus primeros siete años como profesional, y buscarán que con su liderazgo guíe al novato Junior Colson, quien fue el líder tacleador de la Universidad de Michigan el año pasado, todo esto bajo el mando de Jim Harbaugh.
Para el entrenador Harbaugh ésta será una gran oportunidad para buscar su revancha en la NFL y demostrar que tiene toda la capacidad para armar un equipo contendiente al título, pero para eso necesitará que la directiva del equipo le tenga la suficiente paciencia y lo dejen trabajar durante los próximos años, ya que por el momento Justin Herbert es la única pieza que se destaca de sobre manera del resto del plantel, pero no nos queda ninguna duda de que Harbaugh es un gran entrenador que sabe motivar a sus jugadores y sacarles el mayor provecho, por lo que podemos estar seguros de que Los Angeles Chargers será un equipo que estará en boca de todos en un futuro cercano.
Por Diego Carreño
@diegocarrenoff