La judoca mexicana Prisca Awiti hizo valer su cartel de favorita en su debut en el tatami de los Juegos Olímpicos de París, al dar cuenta de su rival en un combate que duró solo 35 segundos y clasificarse a octavos de final.
La atleta Nigara Shaheen, que compite por el equipo de refugiados pero es originaria de Afganistán, fue la primera rival con la que se enfrentó la judoca mexicana, de padre keniata y nacida en el Reino Unido, aunque criada en Guanajuato.
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Con rápidos movimientos, Awiti logró imponer su mayor fuerza sobre Shaheen, quien intentó defenderse durante los primeros instantes, pero no tardó ni 15 segundos en visitar el tatami del Campo de Marte.
Una vez en el suelo, la judoca nacional aplicó una dolorosa llave de luxación, lo que provocó que la competidora afgana simplemente pidiera que se parara el combate, dándole el triunfo a la mexicana por sumisión.
Avanza Awiti a octavos de final
Con este triunfo, Prisca Awiti, considerada la número 18 del mundo, aseguró su lugar en la siguiente ronda de este deporte, en el que se reconoce no solo la fuerza, sino la agilidad y velocidad tanto para aplicar castigo como para salir de él.
Se trata de la segunda experiencia olímpica de Awiti, quien primero incursionó en la gimnasia hasta los 12 años cuando, observando el éxito que tuvo su hermano en el judo, decidió decantarse por las artes marciales.