Con dos anotaciones y cuatro goles de campo, sin contratiempos y con una sensación térmica de poco menos de 30º bajo cero, los Chiefs de Kansas City clasificaron anoche a la ronda divisional en la NFL, luego de imponerse 26-7 a los Dolphins de Miami.
El vaho —vapor que despiden los cuerpos en determinadas condiciones de temperatura y humedad (o el humito que sale por la boca cuando hace frío, en términos más coloquiales)— y el pasto amarillo y blanquecino, confirmaron a la vista las bajas temperaturas que se vivieron en el Arrowhead Stadium.
Asimismo, consecuencia del peculiar clima en Kansas City, se fracturó el casco de Patrick Mahomes, después de un impacto directo (con la protección de un rival de la franquicia de Miami).
El equipo visitante padeció todavía un poco más, y su nula productividad ofensiva terminó por sentenciar todas sus chances de continuar con vida en la temporada.
Kansas City explotó al máximo el escenario, el frío y la localía, y aseguró su primera victoria contra los Dolphins en la postemporada (tenían tres derrotas ante este equipo).
Además, concretó un golpe de autoridad, como uno de los equipos más dominantes y ganadores en la actualidad.
Tyrek Hill, viejo conocido en Arrowhead Stadium, consiguió la única anotación de los Dolphins. Sin embargo, sólo sumó cuatro recepciones, neutralizado por completo por una de las defensas más sólidas en la liga estadounidense, ante la mirada de miles de fans con chamarras gigantes.
Además de los Chiefs, los Texans de Houston también clasificaron ayer a la siguiente fase. Derrotaron 45-14 a los Browns de Cleveland, con una muy destacada actuación de su quarterback novato, CJ Stroud, quien registró tres touchdowns y consiguió 274 yardas aéreas.
MAAZ