Como suele suceder en las noticias, América cerró la semana con una buena y dos malas. La victoria contra Necaxa fue un respiro ante los empates con Atlas y el de ayer con León (1-1), para seguir en un vuelo intermitente en el torneo.
Aunque fueron dinámicas, frontales y superiores al rival, por tercer duelo seguido, las Águilas volvieron a recibir el primer tanto, que en esta ocasión pudieron ser dos, pero el VAR tomó dos decisiones que les dieron vida.
El inicio fue errático, y con una defensa nueva en la etapa de André Jardine, que sigue buscando la mejor versión en esa zona: Israel Reyes estuvo en la central con Ramón Juárez, pero ninguno evitó el susto de Ángel Mena, con un gol que después se invalidó por fuera de lugar (18’).
Nicolás Larcamón armó un muro para frenar a los amarillos. Tres amonestaciones reflejaron la intensidad felina, así como el gol de Federico Viñas, quien no gritó su segunda diana del torneo, entre abucheos por su pasado azulcrema (56’).
Quien también estuvo cerca de no celebrar fue Julián Quiñones, al cobrar un penalti que tuvo que ser revisado por el VAR para validarlo como gol (64’), al rebotar de campana en el larguero. Al final, ambos clubes se neutralizaron.
En esta semana doble, de nueve puntos posibles, el América sumó cinco, de cara a una jornada de trabajo rumbo al clásico capitalino, para enfrentar al Cruz Azul, en el que será su cuarto juego al hilo en el Azteca.
POR FRANCISCO DOMÍNGUEZ
MAAZ