El monte Everest a través de la mirada de Andrés Pérez Martínez y Andrés Pérez Maillard: "Es tan largo que ves muchísimos paisajes, todos de nieve, hielo y piedra. Al inicio ves gigantes las paredes de las montañas vecinas, pero cuando estás hasta arriba son diminutas".
Andrés Pérez (55 años) es el mexicano de mayor edad en alcanzar la cima del monte más famoso del mundo, y Andrés Pérez (19) es el mexicano más joven en conseguir la misma proeza. Son compañeros de viaje, de aventuras, de expediciones y padre e hijo.
Forjaron una sólida relación a partir de una pasión compartida. Escalaron juntos por primera vez cuando Andrés tenía sólo tres años. Y sus sueños y objetivos se han extendido en las montañas más demandantes y desafiantes en América Latina y el resto del mundo.
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"En 2017, dijimos que iríamos a las más grandes montañas del mundo, de menos a más. Vimos que teníamos las aptitudes y cada vez queríamos un desafío mayor. Nos propusimos conquistar la más alta del mundo con un plan de cuatro años", dijeron a El Heraldo de México.
Entrenaron con intensidad en montañas de todo tipo, gimnasios y albercas, para mejor la capacidad pulmonar. Asimismo, se capacitaron técnicamente para cualquier contratiempo y se instruyeron con Héctor Ponce de León, el mejor alpinista mexicano en activo.
"Era mi sueño, un desafío que me propuse y una experiencia que siempre quise vivir. Cuatro años es más de una quinta parte de mi vida; siempre lo vi como algo muy lejano y ahora que fuimos es un sentimiento raro, porque ya pasó", reconoció Pérez Maillard.
El ascenso es agotador y las maratónicas jornadas de 13 horas (o más) se realizan en completo silencio. Sólo se escucha la respiración agitada y el viento; en los campamentos es distinto, ahí el ambiente es social y se comparten historias de montañas y alpinismo.
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"Siempre ha existido una relación de cercanía, colaboración y apoyo. Nos llevamos muy bien, hemos construido bien los cimientos y no tenemos discusiones ni pleitos. Nos mantenemos enfocados porque venimos juntos (mi papá y yo), nos apoyamos emocionalmente".
"A veces van pasando accidentes, dos personas con las que comíamos todos los días fallecieron. Es algo muy fuerte, tienes que mantenerte enfocado. En la cima la vista es impresionante y el amanecer fue espectacular. Fueron 45 minutos hasta arriba disfrutando la cumbre".
Completaron el monte Everest (de ocho mil metros), y el siguiente objetivo, en el futuro cercano, es el Ama Dablam, una montaña vecina, más vertical y más técnica, según describen. El objetivo en el futuro lejano es escalar las 14 montañas más altas del mundo.
"Es muy satisfactorio, en muchísimos sentidos, por mí mismo, por hacerlo juntos, por ver a mi hijo cumplir sus sueños más grandes. Hacerlo con él tiene un impacto mucho más significativo, es una fortuna que nos ha dado la vida", sentenció Pérez Martínez.