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¿Son las casas de apuestas una amenaza para el fútbol mexicano?

El fútbol es el deporte más popular y seguido en México, y también el que genera más pasión y emoción entre los aficionados

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Sin embargo, esta pasión puede convertirse en un problema cuando se mezcla con el dinero y las apuestas. ¿Son las casas de apuestas una amenaza para el fútbol mexicano? ¿Qué riesgos y beneficios implican para los clubes, los jugadores y los aficionados?

Las casas de apuestas son empresas que ofrecen a sus clientes la posibilidad de apostar dinero a diferentes eventos deportivos, entre ellos el fútbol. 

En México, existen varias casas de apuestas autorizadas por la Secretaría de Gobernación, como Bet365, Caliente, Bwin, Betway o Marathonbet, que operan tanto en línea como en locales físicos. 

Si bien las apuestas de fútbol pueden ser una forma de entretenimiento y diversión para los aficionados que quieren añadir un poco más de emoción a los partidos y demostrar sus conocimientos sobre el deporte. Pero, además, pueden ser una fuente de ingresos para los clubes, que reciben patrocinios y publicidad de las casas de apuestas. Por ejemplo, el América tiene un acuerdo con Caliente, el Monterrey con Betway y el Pachuca con Bet365.

La más importante es Caliente, que cuenta con patrocinio en 13 equipos de la LigaMX, así como también es patrocinador de la Selección Mexicana. Pero prácticamente ningún equipo se salva en poner el logo de estas casas de apuestas en sus camisetas.

Hasta ahí todo parece ir bien, sin embargo, las apuestas de fútbol también pueden tener un lado oscuro y peligroso. Algunos de los riesgos que implican son:

- La adicción al juego: algunas personas pueden desarrollar una dependencia psicológica y económica de las apuestas, que los lleva a perder el control sobre su dinero y su tiempo, y a descuidar otras áreas de su vida personal, familiar o laboral. El juego patológico es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud que requiere tratamiento profesional.

- El fraude y la corrupción: algunas personas pueden intentar manipular o influir en el resultado de los partidos para obtener beneficios ilícitos con las apuestas. Esto puede afectar a la integridad y la limpieza del deporte, así como a la confianza y el respeto de los aficionados. 

- La violencia y la delincuencia: algunas personas pueden reaccionar de forma violenta o agresiva ante las pérdidas o las ganancias con las apuestas, o ante las decisiones arbitrales o las acciones de los jugadores. Esto puede generar conflictos o enfrentamientos entre los aficionados, o incluso entre los propios jugadores o directivos. Además, algunas personas pueden recurrir a actividades delictivas para obtener dinero para apostar o para pagar sus deudas.

Por todo ello, es necesario regular y controlar las apuestas de fútbol en México, para evitar que se conviertan en una amenaza para el fútbol. Algunas medidas que se podrían tomar son:

- Educar y concienciar a los aficionados sobre los riesgos y las consecuencias del juego irresponsable, y ofrecerles recursos y ayuda en caso de que lo necesiten.

- Vigilar y sancionar cualquier intento o acto de fraude o corrupción en el fútbol, y colaborar con las autoridades competentes para erradicarlo.

- Fomentar el fair play y el respeto entre los actores del fútbol, y prevenir y rechazar cualquier manifestación de violencia o delincuencia relacionada con las apuestas.

Hay que destacar que en Italia y en España, los patrocinios de casas de apuestas se han prohibido en todo tipo de actividad relacionada al futbol. Pero, en México, sólo existe una recomendación de no mostrar este tipo de publicidad en categorías donde existan jóvenes menores de 18 años. 

Esto para nada elimina el bombardeo de publicidad al que este grupo de edad está expuesto, pues se permite en equipos, transmisiones, estadios, la Liga y la Selección. Un ejemplo claro es el nombre del estadio de los Xolos de Tijuana, que se llama Caliente. 

Es entonces que las apuestas pueden ser una oportunidad o un problema para el fútbol mexicano, dependiendo del uso que se les dé. Lo importante es apostar con responsabilidad, moderación y sentido común, sin olvidar que el fútbol es ante todo un deporte y un espectáculo. Aunque parezca que, en México, los dueños de los equipos y de estas casas de apuestas se dirijan en la dirección contraria.