FUTBOL

El Señor Gol de Hugo Sánchez, al Logroñés, cumple 35 años

El 10 de abril de 1988, el delantero mexicano se suspendió en al aire para anotar uno de los goles más estéticos en la historia del Real Madrid

DEPORTES

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Créditos: Facebook / Hugo Sánchez

La tarde del 10 abril de hace 35 años, Hugo Sánchez obligó al Santiago Bernabéu a agitar los pañuelos, después de convertir uno de los mejores goles de su carrera, y del Real Madrid: el Señor Gol, estampa que define al Pentapichichi.

Plasticidad, garantía y atrevimiento, resumidas en una chilena o tijera, que más tarde adoptó el nombre del artífice, en contra del Logroñés, en la Jornada 32 de la Liga de España. “La tarde que Hugo Sánchez hizo el gol más bonito del mundo”, tituló un diario local.

Tras un centro de Martín Vázquez, al minuto 12, cayó su anotación 27 que lo encaminó a ganar su cuarto Pichichi, pero, sobre todo, la que soñó y practicó desde niño, la que le dedicó a su padre.

(Crédito: Especial)

“Cuando el público me aclamó de esa manera, me sentí en la Monumental Plaza México”, dijo tras la proeza el entonces jugador, coreado cual torero por la afición.

El Señor Gol —mote que resultó por leer al revés el nombre del rival que lo recibió (Logroñés)— lo aplaudió hasta el menos pensado. “Cuenta el propio Hugo que, hasta el árbitro, Brito Arceo, le dio las gracias 'por ser testigo del mejor gol del mundo'”, escribió el periodista ibérico, Juanma Trueba.

“Era para suspender el partido, ir a casa y abrir una botella de champagne para celebrarlo”, dijo Leo Beenhakker, el técnico merengue de aquel tiempo. La hazaña ya la había hecho en México: en la temporada 1979-80, con los Pumas, en contra del Atlante, a Ricardo La Volpe.

(Crédito: Especial)

En total, fueron 12 definiciones de tijera, chilena y huguiña, las que celebró el surgido de la cantera de Pumas con el Real Madrid, entre 1985 y 1990, incluida la de hace 35 años que lo encumbró.

El protagonista de esa tarde, expresó a los medios que pensó en retirarse tras anotar “el gol más bonito que había hecho en España”, porque “después de un gol así te da la impresión de que ya no queda nada más por hacer”. La historia siguió hasta el retiro de Sánchez, en 1997.

(Crédito: Especial)

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