BOXEADOR MEXICANO

Los grandes deseos de El Dorado Rivera-Río para esta Navidad

Gustavo Rivera-Río, tiene en mente un gran deseo: va por su primer campeonato juvenil del Consejo Mundial de Boxeo

DEPORTES

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"El Dorado" va por su primer campeonato juvenil del Consejo Mundial de BoxeoCréditos: Foto: Alfredo Pelcastre

Durante estas fiestas decembrinas, el prospecto mexicano, Gustavo Rivera-Río, tiene en mente un gran deseo: va por su primer campeonato juvenil del Consejo Mundial de Boxeo, ya sea en peso pluma o superpluma.

Con 21 años, nueve meses en el profesionalismo y un récord invicto, El Dorado tiene muchos planes en el tintero, y sabe que el momento de dar el estirón se encuentra cerca, por eso trabaja incansable en el gimnasio.

“Quisiera disputar un campeonato mundial juvenil el próximo año. Sería un paso muy importante en mi carrera. Campeón mundial juvenil y, en un par de años, campeón mundial absoluto”, declaró el peleador, patrocinado por Heraldo Media Group.

“Fue un año lleno de muchísima actividad, prácticamente una pelea por mes. Fue intensivo, sin parar, pero se logró el objetivo. Se vienen cosas muy grandes”, agregó.

Satisfecho por el balance logrado en 2023, en donde alcanzó una racha invicta de nueve triunfos, siete de ellos por nocaut, Rivera-Río está consciente del riesgo que corre cada vez que sube al ring, pero tiene una meta clara en mente y aseguró que no habrá nada que pueda desacelerar su paso.

Con 21 años, nueve meses en el profesionalismo y un récord invicto. Foto: Alfredo Pelcastre 

Para sumar tracción, Rivera-Río analiza opciones para su futuro, como anexar a su equipo al promotor y manejador neoyorkino, Shelly Finkel, quien ha estado detrás del trabajo de peleadores como Mike Tyson, Manny Pacquiao, Evander Holyfield y actualmente Deontay Wilder.

LA FAMILIA, SU FORTALEZA

Cerca del cierre del año, es complicado no mirar en retrospectiva, por lo que Gustavo destacó el papel que han jugado sus padres en este viaje, que comenzó cuando tenía ocho años.

Arropado en todo momento por María y Gustavo, El Dorado pasó de amateur al profesionalismo, y ahora que el público es mucho más cercano, disfrutan con él de los grandes momentos, pero siempre vigilantes.

“Sin mis papás, no puedo decir qué sería, pero sé que en definitiva no estaría aquí. Les agradezco muchísimo porque me han sabido guiar y me impulsan cuando hace falta. Si pudiera pedir más deseos, sin duda sería el bienestar y salud de mi familia, mis papás, mi hermanito”, finalizó. 

 

Por Érika Montoya

Fotos: Alfredo Pelcastre

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