Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se caracterizaron por ser pospuestos, consecuencia de la pandemia de coronavirus, por un momento, su realización estuvo en duda.
Tras 17 días de competencia, fueron diversas las lecciones que se acumularon como fue el caso de la inclusión, la sororidad, el visibilizar la importancia de la salud mental, pero también se recordó la solidaridad que hay entre los atletas, el compañerismo, reconocimiento al rival y la resiliencia, porque algunos de los competidores se enfrentaron a diversas pérdidas.
Inclusión
En la presente edición de la justa participaron al menos 163 atletas de la comunidad LGBT+, es decir, la cifra se triplicó en comparación con Río 2016.
Siendo Estados Unidos (47), Canadá (33) y Holanda (20), las delegaciones con el mayor número de atletas.
Entonces, conocimos a Laurel Hubbard, de Nueva Zelanda, que se convirtió en la primera atleta transgénero en halterofilia.
Tras ganar la medalla de oro en la plataforma de 10 metros sincronizado, el clavadista británico, Thomas Daley, declaró: “Me siento orgulloso de decir que soy gay y también campeón olímpico. Cuando era más joven , pensé que nunca lograría nada por ser quien era”.
Salud mental
La gimnasta Simone Biles hizo visible la importancia de poner atención a un tema como es la salud mental, situación por la que otros atletas expresaron su apoyo, pero también hablaron de lo que han enfrentado.
“Somos seres humanos, no sólo atracciones, y pasan cosas por detrás de las que la gente no tiene ni idea”
Asimismo, puso énfasis en los peligros a los que se enfrentaba si seguía compitiendo cuando no estaba bien, ya que tenía 'twisties' (pérdidas de referencia en el aire)
Simone abandonó la final de gimnasia por equipos y volvió a competir en la viga, aunque, también se enfrentó a la pérdida de una de sus tías.
Por lo que dijo que tras concluir los Juegos Olímpicos se concentraría en ella en lugar de esconder lo que estaba sucediendo y llamó a los atletas a poner la integridad física por encima de todo, aunque eso suponga ausentarse de una competición. “Mi salud física y mental cuentan más que todas las medallas que pueda ganar", concluyó.
Reconocimiento y sororidad
Los atletas de salto de altura, Gianmarco Tamberi, de Italia , y Mutaz Essa Barshim, de Qatar, quienes optaron por colgarse ambos la presea de oro y no hacer el desempate en la prueba, ya que ambos registraron la misma marca.
Ellos fueron cuestionados si querían realizar el desempate, pero optaron por ocupar ambos el escalón del primer sitio.
El romper el récord mundial en los 200 metros, significó para la sudafricana Tatjana Schoenmaker un abrazo del resto de las competidoras, quienes mostraron ese reconocimiento como atletas.
Pero también fue una escena recurrente en diversos deportes, como fue en el caso del skateboarding entre los competidores tanto en la rama varonil y femenil. Asimismo, cuando algún competidor era superado y en los escenarios en los que se quedó sin la posibilidad de subir al podio, recibió palabras de aliento de su oponente.