Julio César Chávez es la máxima autoridad que existe en el mundo del boxeo mexicano, un hombre que ganó todo, que hizo lo que quiso dentro del pugilismo y que a pesar de sus errores, fue toda una leyenda.
El boxeador mexicano fue capaz de derrotar a los mejores de distintas etapas y no por nada ostenta un espectacular récord histórico de 107 victorias por sólo seis derrotas y dos empates, según la página especializada de boxeo “Boxrec”.
Chávez González es el hombre más importante que ha tenido México en la historia del boxeo y desde su inicio en la era profesional en el inicio de la década de los 80, fue “Kid Azteca” quien vaticinó que sería legendario este hombre.
Y vaya que no tuvo ninguna falla en sus palabras, ya que durante 24 años que tuvo de profesional Julio César Chávez en el boxeo demostró lo mejor de sí, incluso ya en su decadencia cuando peleó por ejemplo contra Óscar de la Hoya, y aunque perdió esa pelea se mantuvo ese respeto por el pugilista sonorense.
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Un apellido que sus hijos se encargaron de hundir
Julio César Chávez fue un hombre que brilló en toda forma en el boxeo mundial y nacional, pero no pudo heredar esa visión ni esa técnica ni esas ganas de ganar a sus dos hijos: Julio César Jr. y Omar.
En el caso de Omar Chávez, el menor de la dinastía, él fue un joven que en sus inicios prometía mucho, pero simplemente nunca pudo despuntar o tener una pelea de alto nivel.
Julio César Chávez Jr, el desastre
El que sí se convirtió en un verdadero problema fue su hijo mayor, Julio César Chávez Jr., un chico que al principio se pensaba que iba a heredar la garra y la fortuna de su padre, pero al contrario, su vida se ha convertido en una serie de excesos, fracasos y prácticamente terminó con un “KO” el apellido de lo que pudo ser una dinastía.
Chávez Jr. pudo pelear con boxeadores de la talla de Saúl ‘Canelo’ Álvarez o Sergio ‘Maravilla’ Martínez, pero todo terminó como inició, con una tragedia anunciada.
Particularmente en el caso del ‘Canelo’, Saúl Álvarez le dio toda una cátedra al hijo mayor de JC Chávez y fue una de las peores humillaciones que pudo recibir el apellido Chávez.
hgm