En 1956, el 6 de diciembre, Joaquín Capilla consiguió un histórico resultado en Melbourne, Australia. El nacido en la Ciudad de México en diciembre de 1928 conquistó la tercera medalla de oro de la delegación nacional en ocho ediciones en los Juegos Olímpicos.
En Londres 1948, de la mano de la equitación, México alcanzó lo más alto del podio en la justa veraniega por primera vez en su historia. No obstante, ocho años más tarde, en una disciplina que, posteriormente, se convirtió en representativa, repitió la proeza.
Joaquín Capilla Pérez debutó en el evento deportivo más grande en territorio británico, donde inauguró su palmarés con una presea de bronce. Afianzado como un referente en plataforma y trampolín, el clavadista comenzó una exitosa trayectoria olímpica.
Una destacada participación en los Juegos Panamericanos de Argentina 1951, donde aseguró dos metales áureos, impulsó la persecución de un objetivo mayor en Helsinki, Finlandia. En una discreta actuación colectiva, Capilla respondió en la hora cero.
El joven capitalino capturó la única medalla mexicana en la justa, después de asegurar la plata en la plataforma de 10 metros. Con sólo dos presencias en el evento, se convirtió en el primer multimedallista olímpico mexicano en una disciplina distinta (ecuestre).
El momento cumbre en su trayectoria arribó en el continente oceánico. En su última participación en los Juegos Olímpicos, el ya legendario atleta capturó el primer lugar en la prueba reina de los clavados. Con un puntaje de 152.44 se colgó la memorable presea.
Por delante de los estadounidenses Gary Tobian y Richard Connor, Capilla inmortalizó su nombre en la contienda global. Aquel día, 6 de diciembre, el himno nacional representó el primer oro olímpico no estadounidense en clavados desde 1924 (París, Francia).
Además de la victoria en la plataforma, Joaquín selló su icónica actuación con el bronce en el trampolín de tres metros. En la disciplina más exitosa en la historia mexicana, Capilla Pérez aportó cuatro de los 15 metales conquistados hasta 2020 (Tokio, Japón).
El clavadista falleció en mayo de 2010, sin embargo, sus proezas aún permanecen vigentes. A 65 años de su gesta, Joaquín Capilla perdura en lo más alto de la clasificación, como el deportista nacional más ganador en la historia de los Juegos Olímpicos.
SSB
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