JORGE CAMPOS

Jorge Campos, la leyenda de la portería en México, cumple 55 años de edad

El ex jugador hizo una carrera inolvidable desde sus inicios en Pumas y en Selección Mexicana

DEPORTES

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Jorge Campos hizo una carrera inolvidable en Pumas y en Selección Mexicana; ahora es un afamado comentarista deportivo. Foto: EspecialCréditos: Especial

El futbol mexicano ha tenido a lo largo de su historia jugadores de características y personalidad muy peculiares. Y en ese rubro, Jorge Campos aparece en la parte alta de la lista. Dueño de cualidades inigualables, sobre todo bajo los tres palos, el portero llega este 15 de octubre a los 55 años de edad, siendo hasta la fecha, aún como ex deportista, una de las figuras más llamativas del futbol mexicano e internacional.

Además de ser comentarista en TV Azteca, se desempeña como uno de los embajadores de la FIFA, algo que le ha dado vigencia en prácticamente todo el mundo, donde ha compartido espacio con casi todas las leyendas y ex celebridades del balompié internacional, siempre con el carácter alegre y abierto que lo ha caracterizado.

Sus inicios

Jorge Campos dio sus primeros pasos en el futbol desde su natal Acapulco, donde vivía con su familia, a la que ayudaba en los negocios locales y en donde también, como actividades alternativas, se hizo aficionado al surfeo y a montar a caballo, aprovechando su cercanía con la costa guerrerense.

A pesar de que en todos los equipos en los que jugó siempre lo ponían de guardameta, su padre Álvaro consideró que tenía mejores aptitudes como delantero, por lo que se desarrolló en ambas posiciones. Y un día, el destino le dio una oportunidad. Participó en un encuentro de pretemporada que los Pumas disputaron en el puerto, previo al certamen 1988-1989. El cuerpo técnico, encabezado ya desde entonces por Miguel Mejía Barón, lo invitó a la Ciudad de México a hacerse una prueba para formar parte del primer equipo auriazul.

“La verdad es que rebasó nuestras propias expectativas. Si bien en ese primer partido que nos tocó verlo jugar ya mostró muchas de sus cualidades, lo que logró después fue algo impresionante. Era un tipo muy sencillo, pero desde entonces con mucha personalidad”, comentó a El Heraldo de México David Patiño, delantero y ex compañero de Campos durante cinco temporadas.

Su arranque en el cuadro del Pedregal fue un poco atípico. El portero titular e indiscutible del cuadro universitario era Adolfo Ríos, por lo que al novel jugador no le desagradó la idea de comenzar como delantero. Y así, en ese primer año, consiguió 14 anotaciones en el torneo de liga. Ante la salida de Ríos al Veracruz, en 1990, El Inmortal, como es ahora conocido, se afianzó de manera definitiva en la portería, y ocasionalmente, se iba al ataque. Ese paso dio sus frutos, ya que un año más tarde, ganó el título de liga con el cuadro felino en la histórica final ante América, donde se impusieron con aquel gol de Ricardo Tuca Ferretti.

Paso a la consolidación

Tras esa corona, Campos militó en Pumas hasta 1995, donde comenzó su peregrinaje en varios clubes: Atlante, Galaxy de los Ángeles, el Fire de Chicago, Tigres, y con Cruz Azul, con el que ganó en 1997, su segundo titulo de liga en México. Volvió al club universitario en dos ocasiones, 1998 y 2001, y colgó los botines en 2004 con Puebla.

Su único sueño inconcluso fue dar el paso al futbol europeo, algo que en la década de los noventa todavía no era muy común en lo que a futbolistas mexicanos se refiere:  “Tal vez no jugó allá porque no quiso. Seguramente si tuvo (oportunidades). Y a lo mejor es una decisión que tomó él y su gente cercana, porque tenía la calidad suficiente para hacerlo”, agregó Patiño.

Selección Nacional

Jugó tres Copas del Mundo con la Selección Nacional, dos de ellas como titular indiscutible. Ganó dos ediciones de Copa Oro con el Tricolor y una Copa Confederaciones como local en 1999. Desde ahí, fue su vitrina para ser considerado en su época uno de los mejores porteros del mundo, denominación que le dio la IFFHS en 1993, sólo por debajo del danés Peter Schmeichel y el argentino Sergio Goicochea.

Además de tener cualidades como portero de mucha salida, debido a su buen manejo del balón dentro y fuera del área, marcó tendencia con sus uniformes de color fosforescente, que fueron imitados, pero jamás igualados. Actualmente, se mantiene como el cuarto portero de la historia con más anotaciones (46), por debajo del brasileño Rogério Ceni, del paraguayo José Luis Chilavert y del colombiano René Huguita.

Campos, más de cerca

David Patiño compartió con Jorge Campos muchos de los buenos momentos de finales de los ochenta y principios de los noventa. Desde el título de la Copa de la Concacaf de 1989 hasta el ya mencionado trofeo de liga de 1991. El ex delantero y hoy entrenador considera a su ex compañero como algo especial en el futbol mexicano. Y tanto con él como con el resto de ese plantel de Pumas, que tuvieron su punto más alto en 1991, mantienen un vínculo muy fuerte hasta la fecha:

“Yo no recuerdo a alguien que se le haya acercado en lo que a su estilo se refiere. El tuvo mucha influencia como portero de Pablo Larios, y su legado en México es innegable”, recalcó. “Además, que alguien haya perdurado tanto en dos posiciones como él lo hacía, es difícil. Por eso es complicado encontrar a alguien similar”.

Cree que en TV Azteca, Campos llegó al lugar ideal por su manera de ser extrovertida y sentido del humor: “Han marcado una tendencia en la manera de ver y narrar los partidos, y él ha encajado a la perfección”.

Patiño considera al Brody uno de los tres mejores guardametas de la historia del futbol mexicano: “Quizá sea el número uno, pero no me aventaría a asegurarlo”, finalizó

MAAZ