MARADONA

Pasión y alegría, principal legado de Diego Maradona en Dorados

El presidente José Antonio Núñez recuerda los buenos momentos del argentino

DEPORTES

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Diego Armando Maradona vivió en México uno de sus momentos de máxima gloria como jugador, al lograr el campeonato mundial de México 1986 con la selección argentina. Pero como entrenador, también tuvo momentos agradables al frente de Dorados de Sinaloa en el Ascenso MX.

El “Pelusa” dirigió al cuadro de Culiacán durante 2018-2019 y logró disputar en torneos consecutivos el ascenso a la Primera División ante el Atlético de San Luis, perdiendo en ambas ocasiones.

Pero independientemente de que los resultados hayan sido buenos o malos, el argentino dejó huella más allá de lo deportivo, ya que su sola presencia y personalidad influyó en los jugadores y en los miembros del club que trabajaron con él.

Uno de los personajes que estuvo más cerca en su etapa en los banquillos mexicanos fue el presidente de Dorados, José Antonio Núñez, que asegura, no tiene más que buenos recuerdos del paso de Maradona por tierras sinaloenses:

“Todos de manera conjunta asumimos la gran oportunidad de poder trabajar con Diego. Fue un riesgo, porque teníamos el antecedente de que él no había dirigido en México. Pero fue una aventura que tomamos y gracias a Dios nos salió muy bien”.

“Por supuesto que los resultados sobrepasaron lo esperado. Cada vez que haces cambios, son para mejorar y aquí definitivamente mejoramos mucho, demasiado”, agregó.

Núñez asegura que una de las claves del éxito fue que Diego quiso venir al futbol mexicano:

“Nosotros queríamos cambiar de entrenador, no encontrábamos quién. Entonces desde Argentina nos llama un amigo de él, Christian (Bragarnick), y nos expone su deseo de estar acá. Todo se dio en tres días, con una llamada entre Jorgealberto Hank, tu servidor, y el representante, y cerramos la operación”.

El dirigente destacó el buen humor que reflejó casi todo el tiempo:

“Una vez que se llenó de lodo el estadio, el vio una gran oportunidad de hacer sapitos y aventarse, y se deslizó como tres o cuatro metros y luego me invitaba a seguirlo. Cuando íbamos a los diferentes estadios, salía contento cada vez que ganábamos”.

Núñez aseguró que siempre estuvo en el aire la posibilidad de que Maradona volviera con ellos, pero sus problemas de salud se lo impidieron:

“Se tenía que atender y nosotros teníamos que buscar un entrenador. Ya después le llegó la posibilidad de dirigir a Gimnasia y Esgrima de La Plata, y a pesar de que estaba muy contento ahí, estuvo al pendiente de nosotros y del staff. Todavía tenemos acá algunas de sus cosas”.

El presidente de Dorados afirmó que el principal legado de Diego fue su pasión y alegría:

“El vivía el día a día. Me decía, ‘Presi, no se preocupe por el siguiente partido, viva el presente, el ahora’. La alegría y la pasión con la que le gustaba tanto entrenar como vivir, era lo más importante”.

Por: Óscar Zamora