Si bien en la actualidad el uso de la guitarra eléctrica ya se encuentra completamente asociado a la mayoría de los géneros musicales, existió una época donde este instrumento era una novedad y pocos músicos se atrevían a incorporar esta nueva herramienta en sus composiciones, menos aún, hacer de este recurso el eje principal de su concepto como artistas, pues la tendencia a principios de la década de los 50, radicaba en permanecer lo más cerca posible de lo establecido y la innovación era vista como una falta de respeto o rebeldía.
La escena musical en México previo a los años 60 se encontraba completamente dominada por la "música romántica", la cual incluía en su propuesta una amplia variedad de géneros, desde boleros y sones hasta los populares tríos, estilo musical sumamente popular por su particular composición y su importancia, al ser este estilo, la cuna del éxito en donde la guitarra eléctrica pudo extender su popularidad a nivel nacional.
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La guitarra eléctrica: un punto sin retorno en la música contemporánea
Para el año 1950, la innovación musical por medio de los instrumentos se encontraba en su punto más alto, pues los "instrumentos eléctricos", pasaron de ser una curiosa novedad a una herramienta que podía ayudar a los compositores de la época a explorar nuevos horizontes en la escena, siendo la Gibson Les Paul, un emblema en el mundo de las guitarras eléctricas y un hito en la historia de la música moderna, este instrumento ha cautivado a músicos y aficionados desde su creación en 1952. Producida por la legendaria marca Gibson, la Les Paul se destaca junto con la Fender Telecaster y la Fender Stratocaster como una de las primeras guitarras eléctricas de cuerpo sólido, además de ser los modelos más populares del mundo.
Concebida por Ted McCarty y el célebre guitarrista Les Paul como una guitarra de alta gama, la Les Paul ha experimentado diversas variaciones desde la década de 1950 hasta el año 1960. A lo largo de los años, ha mantenido su estatus como un ícono de la industria musical, siendo elegida por músicos de todos los géneros y estilos, con una influencia tan grande, este popular instrumento no tardó en hacer acto de presencia en la música mexicana, la cual se encontraba dominada por una tendencia que se resistía a incorporar la guitarra eléctrica dentro de la escena inundada por el romanticismo.
Los tríos en la música mexicana: ¿por qué fueron tan importantes?
Los tríos románticos, emblemáticos en la historia musical de México, emergieron en la primera mitad del siglo pasado para convertirse en un género icónico a nivel mundial. Fue en tierras mexicanas donde este estilo encontró su cuna y se desarrolló hasta alcanzar reconocimiento internacional. Durante esos años, un derroche de romanticismo se extendió por todas las regiones del país, desde la trova yucateca hasta la veracruzana, pasando por la oaxaqueña, la guerrerense y las manifestaciones musicales del norte y del centro de la nación. Cada región aportó su propia esencia y estilo al género, enriqueciendo aún más su diversidad y profundidad emocional.
Musicalmente hablando, el trío romántico se caracteriza por la armonía de tres voces distintas (primera, segunda y tercera) acompañadas por tres guitarras que desempeñan funciones específicas: una para el acompañamiento, otra para la armonía y la tercera para el requinto. Esta combinación instrumental y vocal confiere al trío romántico una complejidad única, tanto en la interpretación vocal como en la instrumentación, siendo este un género con roles tan peculiares, la innovación parecía algo imposible, no obstante, una agrupación se atrevió a romper el estándar con una propuesta nunca antes vista.
Los Tecolines: el famoso trío con 4 integrantes y una guitarra eléctrica
El Trío Los Tecolines, originario de la Ciudad de México, destaca como uno de los grupos más emblemáticos en la historia de la música romántica nacional. Fundado en 1952 por Antonio Velázquez junto a los hermanos Jorge y Sergio Flores, este trío se distingue por ser el único de su género conformado por cuatro integrantes, incluyendo a Luis Cruz Damián como su tercera voz característica.
Además de sus increíbles ejecuciones vocales, Los Tecolines destacaron en México por ser la primera y única agrupación en su estilo en incluir una guitarra eléctrica, siendo Sergio Flores "El Requinto de Oro" quien en una Gibson Les Paul modelo "Black Beauty", ejecutaba el requinto, otorgando un sonido único a la agrupación y siendo pioneros en el uso de este instrumento en el país, popularizando su presencia y su inclusión en la música contemporánea.
¿Los Tecolines siguen tocando?
A lo largo de los años, Los Tecolines han vivido cambios en su alineación, a veces con dos guitarras ejecutando los requintos, pero siempre manteniendo el sonido eléctrico el cual se convirtió en el sello musical de la peculiar agrupación, quienes a pesar de la increíble oferta en el género romántico en México, lograron destacar y su legado musical ha perdurado.
Hoy en día, Los Tecolines siguen siendo un referente del género, adaptándose a los tiempos y renovando su imagen con la incorporación de nuevos talentos. Su legado perdura como un testimonio del amor y la pasión por la música, consolidándolos como verdaderas leyendas en el mundo de los tríos y en el corazón del público mexicano.