Abnegadas, luchadoras e inspiradoras, las madres son todo un tema en el Séptimo Arte, donde el cariño y la admiración de las que siempre son objeto se sublima hasta lograr apariciones que verdaderamente hacen historia.
Y mientras algunas de ellas, como las encarnadas en distintas películas de la época de oro del cine mexicano, exaltan valores clásicos de abnegación y bondad, otras muestran el carácter que las hace únicas.
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Así, en la historia del cine aparecen varios ejemplos, que van desde la madre coraje que haría todo por sus hijos, hasta las que parecen resignadas a un fin ingrato y, sin querer, salvan a sus vástagos con su ejemplo.
Aquí hay una selección de cuatro madres cuya brillante historia marcó un antes y un después en la historia del cine mundial.
La Madre
Pavel Vlasov es uno de los líderes en un levantamiento que busca mejorar las condiciones de vida de los campesinos en la época zarista. Cuando es encarcelado por las fuerzas del régimen, su madre toma el liderazgo en el movimiento agrario.
A esta cinta, dirigida por Vsevolod Pudovkin, se le considera una de las obras cumbre del cine soviético. La actuación de Vera Baranovskaya fue empleada como ejemplo en las famosas escuelas de actuación de la URSS.
Los Hermanos del Hierro
Un hombre es asesinado sin causa aparente frente a sus hijos. Su viuda, sedienta de venganza, contrata a un sicario para que entrene a sus hijos para matar al asesino cuando crezcan.
Esta película, dirigida por Ismael Rodríguez y con la actuación estelar de Columba Domínguez, es considerada el punto de inicio del chilli western, películas de este género hechas en territorio mexicano.
La Balada de Narayama
En una alejada aldea japonesa, todos los mayores de 70 años son llevados al Monte Narayama, para que mueran. La abuela Orin está cerca de cumplir esa edad, y su nieto la lleva a la cima del monte por su propia ambición. La nobleza de la mujer conmoverá otros corazones.
Dirigida por Keisuke Kinoshita, fue la cinta que la Academia Japonesa de cine envió al Óscar en 1959. Numerosos críticos de cine, entre los que destaca el legendario Roger Ebert, consideraban esta cinta un verdadero clásico mundial.
Sonata de Otoño
Tras olvidarse de su hija por décadas, la famosa pianista Charlotte la visita en su casa. Para su sorpresa, en este sitio también encuentra a Helena, otra de sus hijas que tiene una enfermedad mental.
Esta fue la última cinta protagonizada por la famosa actriz Ingrid Bergman. Fue rodada en Noruega, debido a que el director de esta película, Ingmar Bergman, estaba autoexiliado en protesta por los altos impuestos que, decía, le cobraban en su país natal.