Después del éxito que había logrado con “Aida”, Giuseppe Verdi ya no quería escribir más ópera. Decidido, la muerte del poeta italiano Alessandro Manzoni, en 1873, fue el pretexto para ponerse a escribir otra cosa. “Él ya tenía el número ‘Libera Me’, porque lo había escrito para Rossini en su muerte, en 1868, y lo incorporó después a su “Réquiem””, dice el cantante bajo José Luis Reynoso.
Él, junto con un reparto enteramente de voces mexicanas que incluye a la soprano Jennifer Velasco, la mezzosoprano Rosa Muñoz y el tenor Gilberto Amaro, interpretarán la célebre “Misa de Réquiem” de Verdi, con motivo del 150 aniversario de su estreno mundial. Con la dirección concertadora de Iván López Reynoso y la dirección del coro a cargo de Alfredo Domínguez, la obra celebra dos funciones en el Palacio de Bellas Artes, el jueves 23 de mayo a las 20:00 horas y el domingo 26 a las 17:00 horas.
“Verdi no era creyente en esta concepción cristiana, católica, pero es lo que sorprende, que haya escrito una obra tan monumental, sobre todo la parte del ‘Rex tremendae’, la magnificencia con lo que hace sentir esta parte, la obra se estrena el 22 de mayo de 1874, en el primer aniversario luctuoso del poeta Manzoni, en la Basílica de San Marcos en Milán”, agregó Reynoso.
Concebida como una composición sacra, el “Réquiem” de Verdi comprende una hora y 25 minutos, divididos en siete movimientos, de diferente duración. Y si en algo coinciden sus cantantes es en la complejidad para abordarla: “La parte final de la obra (‘Libera Me’) está escrito para la soprano y canta también el coro, es demandante en todos los aspecto desde que empieza la soprano sola en una afinación distinta al número anterior”, explicó Jennifer Velasco.
Es necesario “estar muy atento en la afinación porque de ahí depende todo lo demás, tiene sobreagudos, frases muy muy largas, hay que tener un buen fiato, buena respiración, para alcanzar las frases tan largas, tan demandantes y al final termina con notas graves en piano para dar el descanso, pero después de estar bailando y jugando entre notas súper agudas, fortes, pianos, al final es estar concentrada y conocer tu instrumento”, agregó.
En tanto, la soprano Rosa Muñoz, quien ya ha cantado en tres ocasiones el ‘Réquiem’ (la última vez en Irlanda, el año pasado), la obra “ha llegado en un momento muy bueno para mi, y tras haber interpretado otros roles de Verdi, me lleva a un muy buen control vocal, a hacer una mejor interpretación, vocalmente para mi ha sido un descubrimiento muy bello, se requiere un gran control vocal y mental para plasmar Verdi, esos matices en las notas agudas, en las notas graves”.
En el ‘Liber scriptus’ “hay una parte donde la melodía va subiendo de forma dramática y hacerlo con un control, de una forma que la voz no se desborde totalmente, se requiere de mucha madurez, madurez que creo que tengo y que voy forjando poco a poco”, agregó.
María Katzarava, directora artística de la Compañía Nacional de Ópera (CNO), destacó el reparto integrado enteramente de voces mexicanas.
“En esta nueva administración se ha apostado por el talento mexicano, ya sea que viva en México o fuera, pero mexicano, justamente para demostrar, y no solamente cantantes, también creativos, y directores de escena, de orquesta, que tienen la calidad suficiente, muy alta, para presentarse no sólo en México sino en el extranjero, en el mundo entero”.
A DETALLE
- Este año también se recordará a Giacomo Puccini en el centenario de su muerte
- De él se montará “Turandot” en una nueva producción a cargo de la CON
- En tanto, el Estudio de la Ópera de Bellas Artes montará Gianni Schicchi de Puccini
MAAZ