Tristemente, en la actualidad no es extraño encontrarse con un titular que hable sobre algún escándalo sexual protagonizado por algún famoso quien, luego del revuelo mediático, suele desaparecer de los grandes escenarios.
Sin embargo, no es un fenómeno nuevo. Para muestra la terrible noche del 5 de septiembre de 1921, cuando durante una fiesta celebrada en el exclusivo hotel St. Francis de San Francisco, California, una mujer sufrió abuso sexual y un hombre lo perdió todo.
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El hombre en cuestión era Roscoe “Fatty” Arbuckle quien, con sus 120 kilos de peso y su habilidad nata para la comedia, había logrado convertirse en el primer actor que ganaba más de un millón de dólares en un año.
Ella era Virginia Rappé, una joven modelo y actriz debutante que, al igual que Arbuckle, huyó de la pobreza en el Estados Unidos rural de aquella época solo para encontrar el abuso y la muerte en dicha fiesta.
¿Quién era “Fatty” Arbuckle?
La vida de Roscoe “Fatty” Arbuckle estuvo rodeada por el drama. Nacido en una localidad rural de Kansas, llegó a este mundo pesando ocho kilos, lo que tornó frágil la salud de su mamá, quien murió cuando el futuro actor tenía solo 12 años. Durante toda su vida, su padre lo culparía de la muerte de su progenitora.
Su salto a los escenarios lo dio cuando tenía solo 8 años de edad y una empresa lo contrató para suplir a otro actor de la troupe. Su agilidad y talento lo hicieron convertirse rápidamente en uno de los favoritos de la compañía.
Ya con un poco de dinero y tras la muerte de su madre, Arbuckle escapó de su casa para incorporarse en una compañía itinerante. Después, en 1913, se sumó a la productora de cine de Mack Sennett, quien meses más tarde ficharía a Charles Chaplin logrando crear una pareja histórica en la comedia.
Las cosas iban viento en popa para el joven comediante, quien cuatro años después montó su propia productora, donde le dio la alternativa a otro grande, Buster Keaton. En 1920, Arbuckle firmó para la productora Paramount la cual, solo un año más tarde, lo convertiría en el primer actor millonario del cine.
Una noche fatal
Poco se sabe sobre los acontecimientos de la trágica noche del 5 de septiembre de 1921. Virginia Rappé había llegado a la fiesta de “Fatty” acompañada por Maude Delmont, quien fue la primera que escuchó los gritos de horror de la joven, quien estaba con la ropa desgarrada y pidiendo que se retirara el actor, quien miraba impávido con un trozo de hielo en la mano.
En las escenas posteriores hay mucha confusión, misma que se incrementó con el tratamiento que la prensa le dio durante los días posteriores. En un principio, se pensó que Arbuckle había abusado sexualmente de la joven, quien fue llevada a un hospital donde murió días más tarde, producto de una perforación en la vejiga. Investigaciones posteriores demostraron que Rappé había sufrido un aborto días antes, el sexto en su joven existencia.
La atención de los medios, sin embargo, provocó que se contaran historias más sórdidas. Mientras algunos aseguraban que Rappé había fallecido debido al enorme peso de Arbuckle, que por entonces superaba los 120 kilos, otros decían que la había atacado sexualmente con un objeto, que pasó de ser un trozo de hielo a botellas de distintas bebidas.
Tras ser detenido, Arbuckle enfrentó tres juicios distintos. En los dos primeros no se encontraron los elementos suficientes para declarar su culpabilidad, pero en el último un jurado popular decidió absolverlo.
Pero el público jamás lo perdonó. Durante los días posteriores al escándalo, algunos cines donde se proyectaban sus cintas fueron arrasados por turbas, y todo lo que se encontraba asociado con él era motivo de desprecio, por lo que su fama y su fortuna se desvanecieron en poco tiempo.
Aún así, Arbuckle logró estar cerca del Séptimo Arte trabajando como director, aunque con el seudónimo de William B. Goodrich. También tuvo uno de los antros más conocidos de Culver City, donde se reencontraba cada tanto con sus excompañeros.
Y aunque fue declarado inocente, su fama nunca volvió y murió, víctima de un infarto, en 1933, horas después de haber firmado un contrato para una última película con Warner Bros., con la que quería hacer su vuelta triunfal.