FILOSOFÍA DE VIDA

Las lecciones de vida que los cínicos le aportaron al mundo

Postulado por filósofos como Antístenes o Diógenes, el cinismo es una corriente filosófica que propone el desarraigo en busca de la verdad y la felicidad

CULTURA

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Los cínicos creían que vivir con muy poco era la manera de encontrar la felicidad.Créditos: Wikimedia Commons

Hay dos cosas que se dicen de Diógenes, uno de los filósofos más radicales de la Grecia clásica y que son un botón de muestra sobre la corriente de pensamiento con la que se identifica, el cinismo.

La primera de ellas fue su decisión de despojarse de todo para irse a vivir a un barril que colocaba a las afueras de la ciudad. Cuando le preguntaron hasta cuándo lo haría, dijo que saldría del barril cuando conociera a un hombre honrado.

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La otra anécdota es aún más sorprendente. Se dice que Alejandro Magno tenía muchas ganas de conocerlo, así que sus súbditos lo llevaron hasta la playa donde descansaba el filósofo. Cuando el emperador lo conoció, le ofreció darle cualquier cosa que quisiera. Lo que Diógenes dejó a todos con el ojo cuadrado: le pidió que se quitara porque le estaba tapando el sol.

Así eran los cínicos, practicantes de una filosofía que la mayoría de los griegos despreciaba. De hecho, cínico deriva de cánicos, una palabra relativa a los perros. Pero entre los filósofos más humildes hay valiosas lecciones que te harán valorar más la vida.

Una vida simple y sin preocupaciones

Los seguidores del cinismo creían que, si los dioses son perfectos y no necesitan nada, los seres humanos, como descendientes de ellos, podían mantenerse con muy pocas cosas. El desapego les permitía tener una gran libertad para cuestionarlo todo.

“Según la doctrina cínica, la vida no es soportable sino cuando nos liberamos de cuidados; el que se satisface con lo que es necesario justamente para el día y no conoce el miedo al mañana, es más libre y dichoso que el rey de los persas con toda su pompa”, describe el filósofo Eduardo Schwatz.

Diógenes fue uno de los más importantes seguidores de esta disciplina. Foto: Wikimedia Commons

Así, los cínicos se sometían a imponentes esfuerzos físicos con el objetivo de poder enfrentar cualquier eventualidad de la vida y fortalecer su fuerza de voluntad, disciplina y amor propio.

Rechazaban todos los vicios, por lo que eran abstemios y no solían perder tiempo en actividades placenteras, pero no eran ermitaños: para los cínicos era vital estar en el centro de la sociedad para, desde su propio corazón, lanzar su crítica.

El cinismo propone una crítica fuerte a la sociedad. Foto: Wikimedia Commons

Aunque no lo pareciera, los cínicos realizaron grandes aportes a la sociedad y sus enseñanzas, sobre todo en lo que respecta a la crítica de las convenciones sociales, han marcado a generaciones enteras, permitiendo el desarrollo de la democracia.

De forma más personal, los principios del cinismo te pueden ayudar a fortalecer tu voluntad para enfrentarte a las circunstancias del día a día, además de mantener la mente despierta para mejorar tu entorno.