Uno de los foros de conciertos más importantes durante la segunda década del nuevo milenio, el Plaza Condesa, fue finalmente demolido y, en el lugar de privilegio en el que se alzaba, ahora hay solo un espacio vacío.
Su icónica imagen, de estilo art decó, lo mismo albergó a un cine que a un casino y a un foro de conciertos donde se presentaron estrellas internacionales como Rihanna, Blur o Nick Cave.
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La estructura del edificio, cuya construcción comenzó en 1952 y concluyó 21 años después, resultó especialmente afectada durante el sismo de 2017 y por casi seis años permaneció cerrado, hasta que se decidió su demolición.
Aunque este proceso se anunció desde abril pasado, los trabajos de demolición recién concluyeron y esto hizo que aquellos que lo visitaron en su día recordaran los conciertos y las vivencias que pasaron en estas instalaciones.
Un nacimiento problemático
La edificación del recinto que se encontraba en el predio de Juan Escutia 4, en el corazón de la Hipódromo Condesa, inició con problemas. Entre el inicio de la construcción, en 1952, y su estreno como el cine Auditorio Plaza, en 1973, pasaron 21 años.
Proyectado por el ingeniero Francisco Serrano y el arquitecto Fernando Pineda bajo la influencia del art decó, se consideró uno de los primeros cines que proyectaban películas de culto, además de contar con un bar en su interior.
No obstante, el sismo de 1985 afectó su ya de por sí endeble estructura. Poco tiempo después, el cine cerró sus puertas y en el sitio se trataron de instalar distintos negocios, los cuales no contaron con buena fortuna.
Uno de los últimos grandes proyectos que se instalaron en el sitio fue un casino, el cual tampoco funcionó de la manera en la que deseaban sus inversores, por lo que durante varios años el sitio cerró sus puertas.
Renacimiento y adiós
Tras hacerse con la propiedad del edificio, Ocesa ordenó la remodelación del recinto, convirtiéndolo en uno de los espacios musicales de mayor renombre en la Ciudad de México, que reabrió sus puertas en 2011.
Con una capacidad de entre mil 900 y 2 mil 100 espectadores, el rediseño del Plaza Condesa incluso fue reconocido con premios internacionales. Su cartel, en el que se intercalaban estrellas internacionales con voces nacionales, siempre fue uno de sus máximos atractivos.
Justo el ambiente bohemio en torno a la músico hizo que también aparecieran locales icónicos en el mismo edificio, como el Pata Negra o la cervecería Celtics. Sin embargo, el sismo de 2017 y, posteriormente, el confinamiento por la Covid-19, firmaron una nueva sentencia, que se cumplió con su reciente demolición.