La voz, dice Cinthya García Leyva, directora de Casa del Lago, va más allá de las cuerdas vocales: “Es un ejercicio que se hace con el cuerpo entero, es voluntad de decir, es también una gestualidad que implica una corporalidad completa, por supuesto a nivel físico desde los órganos fonadores a los huesos, pero a nivel conceptual y político es también una toma de la palabra, un querer decir, un denunciar”.
Bajo esa premisa, García Leyva invitó nuevamente este año a Macarena Hernández a curar conjuntamente la edición 25 del Festival Poesía en Voz Alta, que desde hoy y hasta el 10 de septiembre, se lleva a cabo con el título ‘Constelaciones: voz, cuerpo y palabra’.
La primera vez que trabajaron juntas fue para la edición virtual de 2020, ahora “que estamos en un supuesto regreso a cierta normalidad y ya con actividades completamente abiertas y, entre comillas, normalizadas”, dice, el espacio retomado “nos permite repensar cómo ocupar, desde la voz, en todos los sentidos, un espacio público, qué significa hacer esa voluntad de la voz y esa voluntad sonora un ejercicio colectivo y, en específico este año, cómo ritualizar ese ejercicio colectivo de la voz y de la escucha”.
Para formular el programa del encuentro, que nació como un movimiento teatral en la década de los 50 del siglo pasado, las curadoras pensaron en el concepto de constelación como un conjunto de elementos, acomodados en distintas posiciones, y que se influyen y leen entre sí.
“La voz casi siempre se piensa como un ejercicio vocal, pero es también un ejercicio sonoro, un ejercicio de altura, de performance, es una performatividad del cuerpo y eso también nos permite comprender la palabra poesía, que se extiende o se complejiza y nos permite integrar otras apuestas”.
Así, el cartel de este año incluye propuestas como la de la performer Bartolina Xixa, artista de los Andes argentinos que examina las construcciones de género y sexualidad; el dueto de indonesia Raja Kirik; la compositora experimental texana claire rousay y artistas mexicanos como Mare Advertencia, La Bruja de Texcoco, Patricio Hidalgo y El Afrojarocho, Bárbara Lázara, Elvis Guerra, entre otros.
Algo que ha pasado muchas veces, agrega, “sobre lo que significa la palabra, hablada o escrita, es que se ha dado cierta prioridad o cierto lugar más vertical al texto escrito como texto terminado, como una unidad hecha, como una palabra cierta o verdadera, y a la oralidad siempre se la ha dejado muchas veces en un segundo plano o como algo bastante inacabado o que tiene que ver con la vida cotidiana”.
“Cuando pensamos en relaciones más bien constelativas, estamos organizándonos de tal manera que ambos territorios tienen la misma relevancia y esa palabra que se hace en voz alta tiene la misma fuerza y capacidad de tocar a otros que la palabra escrita, o esa palabra que se convierte en cuerpo haciendo performance tiene también una capacidad de escritura y entonces ahí vamos combinando, trazando, haciendo puentes entre disciplinas de esta manera no vertical, no jerárquica sino constelativa”, explica.
A DETALLE
- Este año también se exponen las instalaciones sonoras Rituales funerarios
- Se podrán admirar las obras ganadoras de Radioarte en la Bienal Internacional de Radio
- Se ofrece el taller “Psiconavegaciones Ambient: documentación audiovisual de prácticas sonoras”
FOTO: CORTESÍA
MAAZ