ENTREVISTA EXCLUSIVA

Los datos dan un tipo particular de poder: Carissa Véliz

La tentación de caer en regímenes totalitarios debido a la acumulación de datos personales es una amenaza latente, señala la filósofa mexicana

CULTURA

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La lucha por la privacidad de datos ayuda a mantener democracias fuertes.Créditos: Pexels

La vida moderna es cada vez menos imaginable sin redes sociales, teléfonos inteligentes o incluso plataformas de streaming. Sin embargo, el uso de todas estas cosas tiene algo en común: nos pide renunciar a un poco de nuestra privacidad al compartir datos que van desde nuestros nombres hasta nuestros gustos o aficiones.

Incluso si no utilizamos las plataformas, el simple hecho de salir a la calle te expone a miles de cámaras de vigilancia, las cuales capturan imágenes, pasos y rutinas.

Las nuevas tecnologías implican una acumulación sorprendente de datos personales. Foto: Pexels

Desde una perspectiva aún más oscura, la filósofa mexicana Carissa Veliz señala que esta acumulación de conocimiento ofrece a quienes la poseen, la posibilidad de tener un poder enorme sobre la privacidad de millones de personas.

“En el momento en el que escribí ‘Privacidad es poder’, me parecía que ya había mucha gente que entendía que los datos personales se podían vender, que era una cuestión de dinero y esa es parte de la respuesta, pero todavía más importante que el dinero es el poder, porque el poder te da dinero y te da más, por ejemplo, te da la oportunidad de romper la ley con impunidad”, señala Veliz en entrevista.

Una tentación muy humana

De acuerdo con la filósofa, el abuso de poder que representa la acumulación de datos personales no es algo nuevo. Lo mismo en las checas del régimen soviético que en la época del Terror Rojo en Estados Unidos, las relaciones, gustos e información sensible se han empleado para ejercer dominio sobre otras personas.

“Mientras los seres humanos seamos seres humanos siempre va a haber esa tentación de abusar del poder.

“Actualmente corremos un riesgo mayor, porque nunca habíamos podido recopilar tantos datos tan personales, nunca habíamos podido analizarlos de esa manera y porque en el pasado, los datos personales se han usado para abusos de poder”, argumenta.

La acumulación de datos podría emplearse para perpetrar abusos de poder. Foto: Pexels

La llegada de nuevas tecnologías e incluso de la inteligencia artificial que, con base en entrenamientos exhaustivos, puede llegar a simular la apariencia digital de las personas, hace que el tema de la privacidad de los datos cobre aún más importancia.

“Lo que pasa con la inteligencia artificial es que hace lo mismo pero a gran escala, entonces si en el pasado alguien sabía cuál es tu religión, tus tendencias políticas o tu orientación sexual, podrían discriminarte personalmente, pero si eso se sabe a escala mundial, el riesgo es mucho mayor.

Un riesgo latente es que los datos se usen para fines autoritarios. Foto: Pexels

“Otro problema es cuando hablamos de riesgos de seguridad nacional, pues el riesgo es realmente que estamos construyendo una arquitectura de vigilancia que pueda utilizarse, por ejemplo, para fines autoritarios”, advierte.

¿Cómo proteger el derecho a la privacidad?

El desarrollo tecnológico y la forma en la que ha cambiado la vida social hace difícil la vigilancia de la privacidad de datos, pero no imposible.

“Hay que recordar que los mayores logros de la humanidad, desde el sufragio universal hasta la jornada de ocho horas o los derechos humanos en algún momento, parecían absolutamente imposibles.

La experta señala que se deben exigir regulaciones más estrictas para la protección de datos. Foto: Pexels

“Lo que hay que hacer es regular, empezando por prohibir el comercio de los datos personales por las mismas razones que no vendemos ni compramos votos, no hay que venderlos porque, al final, se utilizan de la misma manera. También hay que hacer un esfuerzo cultural por valorar la privacidad, por entender cómo se relaciona con el poder y la democracia”, concluye.