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Venden la primera obra que pintó Bob Ross en televisión por 9.8 millones de dólares

Titulada “Un paseo en el bosque”, la obra fue autentificada por los herederos del famoso pintor televisivo

CULTURA

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El primer episodio de su popular serie se transmitió en enero de 1983.Créditos: Captura de pantalla

El primer cuadro que el famoso pintor Bob Ross realizó en su programa “El placer de pintar”, transmitido en la televisión pública estadounidense entre 1983 y 1994, será vendido con un precio de salida de 9.8 millones de dólares.

De acuerdo con la galería Modern Artifacts, de Minneapolis, Minnesota, es una oportunidad única para los seguidores de este artista, quien a lo largo de los años intentó convencer a millones de personas que el arte pictórico es para todos.

La popularidad de Bob Ross no ha decrecido, a pesar de que el pintor murió en 1994, víctima de un linfoma. Sus videos, publicados ahora en YouTube, tienen millones de reproducciones y su historia ha sido contada en una película estrenada en Netflix.

Un cuadro con historia

La primera emisión del programa “El placer de pintar” apareció en la cadena norteamericana PBS el 11 de enero de 1983. En esa ocasión, Bob Ross realizó una pieza que nombró “Un paseo por el bosque”.

Tiempo después, Ross donaría ésta y otras dos pinturas a la emisora de PBS en Virginia del Norte, con el objetivo de ayudar a sustentar la estación. Así, una trabajadora del mismo lugar la compraría por menos de 100 dólares.

Según un testimonio de la dueña de la pieza retomado por diarios como The Washington Post, mantuvo el cuadro en la sala de su casa durante muchos años, puesto que la ayudaba a inspirarse en sus labores cotidianas.

Hace un par de años, la dueña original del cuadro pidió a los herederos de Bob Ross certificar la obra. Comúnmente, el pintor realizaba tres versiones de la misma pintura para sus programas: una se usaba al final, otra era para las publicaciones impresas y la última era la que se pintaba en vivo.

Luego del análisis hecho por los expertos, se determinó que la pintura de la mujer era la que pintó Ross durante la transmisión de su programa, lo que multiplicó su valor al considerarse una pieza única.

Los representantes de la galería de arte señalan que el verdadero deseo de la antigua dueña de la pintura era compartir la obra pictórica con la mayor cantidad de personas posible, al tiempo de conseguir un poco de dinero para formar un patrimonio.