ARTES

Ofrecen danza para perdonar sin olvidar el horror al pueblo judío

El coreógrafo israelí Itzik Galili trabajo con los jóvenes bailarines del Ceprodac una pieza sobre el amor y la esperanza, que se presenta el sábado en en el Palacio de Bellas Artes

CULTURA

·
El coreógrafo israelí Itzik Galili trabajo con los jóvenes bailarines del CeprodacCréditos: Foto: Cortesía Phoenix Dance Theatre

En una estancia en La Habana, Itzik Galili (Tel Aviv, 1961) se sorprendió de la fila que “de manera tan apacible, calmada y ordenada” hacían los cubanos para adquirir un helado; ya en la Ciudad de México, caminando por las calles de Polanco, se encontró otra larga hilera: “Ahí me di cuenta de que esperaban a que abriera un restaurante”.

La imagen cotidiana de una cola de personas, aguardando lo que sea, se convirtió en un símbolo brutal en la mente del coreógrafo.

“Uno puede ver líneas en todos los lugares, las vemos en los aeropuertos, las vemos en los cines o en los teatros, las vemos en los supermercados, uno se acostumbra a ver esas líneas, pero uno nunca quiere ver nunca líneas de personas que van hacía una cámara de gas”, dice.

Galili está de regreso en México, esta vez para unirse al recuerdo del levantamiento del gueto de Varsovia, ocurrido hace 80 años. En colaboración con Polonia, a través del Instituto Adam Mickiewicz, el Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac) del INBAL presenta este sábado, en la sala principal del Palacio de Bellas Artes, el programa Diásporas de tristezas, conformado por las piezas “Der Moment”, de los artistas polacos Jacek Przybylowicz, Adam Walicki y Joanna Szymajda; y “Until.With/Out.Enough”, del creador israelí.

Judío de nacimiento, aunque no practicante, Galili recuerda las historias de su abuelo, quien “estuvo preso en los campos de concentración e incluso, tuvo un número tatuado en el brazo. Afortunadamente sobrevivió y estoy aquí para contar cosas, y él tuvo mucha lucidez para contármelas a mí”. 

La pieza, sin embargo, no es abiertamente personal: el coreógrafo crea una poética a través del movimiento con las estelas que dejan las dinámicas de flujo y contraflujo, todo con el telón de fondo de "Quasi una Fantasia", obra del compositor polaco Henryk Górecki, inspirada en el Holocausto.

“Al inicio de la relación amorosa de dos personas, nunca es suficiente, siempre se quiere más, se busca más, pero con el tiempo decimos: ‘Esta bien, veamos hasta dónde llegamos’. Este enunciado, para mí, dice mucho de la pieza, del pasado y del mundo, porque en esencia habla de la esperanza, pero también de las cosas que han pasado, para mí es como pensar y asimilar, es algo equiparable a perdonar, pero no olvidar y vemos en el trabajo de la línea, con la que todos estamos familiarizados, que existe un amor y a través de este amor, de esta sensaciones, trato de provocar sentimientos, emociones, memorias y recuerdos”, explica. 

A DETALLE

  • El programa celebra además 95 años de relaciones diplomáticas entre México y Polonia
  • Galili estrenó la pieza en 2015  y para su debut en México trabajó directamente con los bailarines
  • El reparto está integrado por las bailarinas y bailarines del Centro de Producción de Danza Contemporánea 
  • La pieza celebra además el 90 aniversario del natalicio de Henryk Górecki 

 FOTO: PHOENIX DANCE THEATRE

 

MAAZ