ARTES

Niñas y adolescentes crean cortometraje en purépecha

El colectivo Sembradoras Audiovisuales acerca el séptimo arte a las infancias y juventudes de comunidades indígenas de Comachuén y Turícuaro, en Michoacán

CULTURA

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Créditos: Cortesía

Hace un año, desde la formación oficial de Sembradoras Audiovisuales, Rosalba López, Vanessa Marín, Sashenka Hernández y Ondine Rosenthal (miembros del colectivo) se propusieron romper las barreras de género en el séptimo arte y hacerle saber a las niñas y a las jóvenes de las comunidades indígenas de Michoacán, que tienen la posibilidad de narrar sus mundos y hacer escuchar su voz.

De los talleres que se fueron realizando como parte de este proyecto nació el cortometraje Naná Mirinkua, un filme que fue realizado por 15 niñas de los poblados de Comachuén y Turícuaro, de ese estado.

En entrevista, Rosalba López y Vanessa Marín compartieron que el tema lo decidieron las creadoras, quienes determinaron lo interesante que sería abordar su identidad, desde lo mágico de las leyendas.

(Créditos: Cortesía)

“Nosotras les propusimos hacer un documental sobre su cultura y tradiciones, sin embargo, ellas consideraron que eso sería muy fácil, y por decisión unánime, decidieron ocupar este tipo de narración de hechos sobrenaturales para hablar de su comunidad”, explicó López.

Naná Mirinkua, cuenta la historia de José, un hombre que va a cortar leña a Turícuaro, y  tras encontrarse a su amigo decide ir a beber con él sin imaginar, que, de regreso a casa, conocerá a  la Naná Mirinkua, un ente que lo seduce y lo pierde en la oscuridad del bosque.

“Mirinkua es el nombre de un espíritu que, llegada la noche, toma diferentes formas para desviar de su camino a los habitantes, y aunque puede tomar cualquier forma, en el corto decidimos que fuera una mujer, ya que en las comunidades suele aparecer con mayor frecuencia a los hombres”, contó Vanessa Marín.

(Créditos: Cortesía)

Respecto al rodaje, compartieron que las niñas y las jóvenes que participaron se encargaron durante 3 meses del guion escrito y grabado en purépecha, lengua madre de los habitantes.

“Aunque se trata de un corto de ficción, cuenta muchas cosas sobre la comunidad, pues en él se ven lugares representativos de esos poblados, los espacios donde trabajan, festejan, su vestimenta, sus tradiciones, su música”, refirió Marín.

Respecto al sentir de las jóvenes realizadoras, explicaron que sin duda fue un aliciente para ellas, pues en algunos casos, desde corta edad, son responsables de apoyar en los cuidados de sus hermanos y temas relacionados con el hogar.

Dalia, fotógrafa de 15 años, explicó que para ella fue una gran experiencia, pues tuvo la oportunidad, de manera cercana a lo profesional, de explorar una de sus grandes pasiones.

“Cuando crezca más, me gustaría poder dedicarme a la fotografía, me gusta como preserva la memoria y me permite contemplar, me gusta también cómo puede darme voz y me de expresar a través de ella”, contó.

Para Rosalba López y Vanessa Marín “resulta importante que ellas se conozcan, se reconozcan  e independiente de los proyectos que se realicen por propuestas externas, vean al cine como un medio de expresión que da voz a nuevas ideas, a lo que les gusta, no les gusta y a sus denuncias”.

Por ahora, Naná Mirinkua no tendrá presentaciones oficiales, ya que el cortometraje fue inscrito en diversos concursos nacionales e internacionales.

  • Naná Mirinkua muestra elementos culturales y tradicionales de las comunidades indígenas de Comachuén y Turícuaro, en Michoacán.
  • De manera oficial, el colectivo se formó en 2022, sin embargo, sus creadoras habían desarrollado diversos proyectos de cine para festivales como Ambulante.
  • El cortometraje cuenta con el apoyo del Estímulo para la Formación Audiovisual Independiente (EFAI) del IMCINE.
  • El cortometraje está subtitulado al español.
  • 15 niñas y jóvenes entre 5 y 15 años formaron parte de la creación del cortometraje
  • 3 meses duró el proceso de escritura del guión.
  • 3 días de rodaje fueron.

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