A dos años del fallecimiento de Vicente Rojo, el Museo Nacional de la Estampa (MUNAE) conmemora el legado del artista mexicano a través de “Vicente Rojo X Vicente Rojo. Retrospectiva gráfica 1968-2020”, una muestra que reúne 89 obras gráficas entre carpetas y libros de artista realizadas con las técnicas de litografía, serigrafía, aguatinta, aguafuerte, zincografía y colografía.
En conferencia de prensa, Lilia Prado Cancho, curadora de la exhibición, compartió que trata de una revisión a la obra gráfica del artista, cuya producción fundamental de mitad del siglo XX en México, se distingue por la elaboración de series.
“Vicente Rojo trabajaba un tema por largo tiempo y exploraba todas las posibilidades y variantes que éste tenía, por lo que los núcleos temáticos corresponden a seis décadas de trabajo en las que desarrolló las series: Señales, Negaciones, Recuerdos, México bajo la lluvia, Escenarios y Escrituras”, contó Prado Cancho, quien explicó que como parte de la muestra también se exhibe un óleo, dos acrílicos y dos esculturas, piezas que muestran las diferentes disciplinas que abordó y que dialogan con seis décadas de creación.
Y añadió que la exposición cierra con una obra que pertenece a la colección de la artista visual Lorena Zozaya, que se titula “Jardín de niños” (2020).
De acuerdo con la ficha, ésta fue la última pieza en integrarse al guión curatorial y la última que trabajó Vicente Rojo en colaboración con el taller Proyecto Grafika 21, de Zozaya, quien durante los últimos doce años ha investigado la técnica de improtografía, “que consiste en utilizar una sola matriz rígida, cortada con láser, para crear fragmentos móviles e imprimirlos al gusto del artista”, indica la descripción.
“Rojo y Zozaya eligieron esta técnica para imprimir volúmenes en sus primeros Jardines, proyecto que quedó inconcluso y cuya primera impresión en papel es esta obra”, explicó Lilia Prado Cancho.
Sobre “Señales”, explicó que esta fue su primera serie, a partir de la cual dejó las representaciones realistas y se decantó por la creación de imágenes abstractas extraídas de formas geométricas básicas, como el cuadrado, el círculo y el triángulo con el objetivo de generar cuadros con imágenes concretas.
“En su serie ‘Señales’ vemos imágenes abstractas extraídas de formas geométricas básicas como el círculo, el triángulo y el cuadrado; en ‘Negaciones’, vemos obra que surgió de su intención de que cada cuadro negara al anterior y al que le seguiría; “México bajo la lluvia”, fue concebida un día que Rojo vio llover en el Valle de Cholula; “Escenarios” se compone de miniseries y que deja ver un repaso de sus temas anteriores y una suma de los mismos en las que integra a la arquitectura; y en “Escrituras”, compuesta por inventos de alfabetos”, puntualizó la curadora.
En tanto a “Recuerdos”, compartió que quizá fue una de sus series más emotivas porque si bien la imagen es abstracta, ésta tiene referencias muy puntuales a su historia de vida y a su infancia.
“‘Recuerdos’ es un recorrido por sus cuadernos escolares de la niñez, como era zurdo manchaba con la tinta las hojas nuevas que tanto le gustaban, pero que después utilizaba”, compartió.
Por último, enfatizó que “Vicente Rojo X Vicente Rojo. Retrospectiva gráfica 1968-2020” es el resultado de dos años de planeación y que para llevarla a cabo fue fundamental el apoyo de la familia del artista, pues ellos prestaron parte de su colección y dieron todas las facilidades para acceder al archivo y al estudio del maestro; otras piezas de la muestra forman parte del acervo del MUNAE y de colecciones privadas.
“Vicente Rojo X Vicente Rojo. Retrospectiva gráfica 1968-2020” inaugura el 1 de abril, en el Museo Nacional de la Estampa.
LSN
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