Para el académico, investigador y curador independiente James Oles, la historia de la fotografía en México necesitaba dejar de ser contada en blanco y negro y comenzar a ser narrada a color por las personas y artistas que habitaron, transitaron o cambiaron su residencia permanente al país, quienes encontraron en su paisaje, su arquitectura, costumbres, comida y religión, la identidad de una nación.
Mexichrome. Fotografía y color en México, exposición que permanece hasta marzo de 2024 en la Sala Nacional y Diego Rivera, del Museo del Palacio de Bellas Artes.
“Busca abrir nuevos caminos al estudio e investigación de la fotografía para comprender la herencia visual y el México contemporáneo con el que interactuamos”.
En entrevista, Oles explicó que la muestra se conforma por más de 208 fotografías, de 80 colecciones y archivos de artistas nacionales e internacionales como Manuel Álvarez Bravo (1902-2002), Héctor García Cobo (1923-2002), Mariana Yampolski (1925-2002), Lourdes Grobet (1940-2022), Rogelio Cuéllar (1950), Lourdes Almeida (1952) y Federico Gama (1963), fotoperiodista de El Heraldo de México que ha sido galardonado por su trabajo fotográfico sobre las culturas urbanas y alternativas en el país.
“La investigación, que comencé hace aproximadamente una década me llevó al estudio del acervo de más de 300 artistas y de más de 10 mil documentos fotográficos provenientes directamente de ellos, de sus familias o de colecciones privadas de recintos como el Museo Jumex y el Centro de la Imagen, por mencionar algunos”, contó.
La exposición es, además, un reconocimiento al trabajo de los fotógrafos que a través de su lente dieron color a la historia moderna y contemporánea, profesionales para quienes llegó a representar un reto el tema del color “no sólo por lo caro, sino porque el uso de este representó en muchos sentidos lo comercial”.
Alejandra de la Paz, directora del Museo del Palacio de Bellas Arte, reconoció que Mexichrome es sólo la primera, de una serie de muestras que buscan explorar la diversidad e importancia de la fotografía a color, pues con esta muestra “llega una caja de descubrimientos que deben ser estudiados”.
Para Alicia Lebrija, presidenta de Fundación Televisa -financiador de toda la investigación de James Oles-, la exhibición representa una fuente de conocimiento inagotable.
“Que invita al espectador mirar de una manera más atenta el devenir de su historia y sus diferentes facetas”.
Por último, el curador e investigador de la exposición, explicó que para poder darle forma a todo su trabajo, le fue necesario agrupar las imágenes en diez núcleos: el paisaje, lo prehispánico (pirámides), los muros pintados, el campo, las ciudades, la arquitectura, las antropologías (familias, culturas urbanas o clases sociales), la violencia, los mercados y comercios, la religión y la ceremonia, y la bandera mexicana.
A DETALLE
- Se exhiben dos fotografías de la serie Mazahuacholoskatopunk, de Federico Gama.
- Se muestran dos trabajos del cinefotógrafo Gabriel Figueroa (1907-1997), realizadas en los set de la producción de películas de la Época de Oro del Cine Mexicano.
- La muestra va de las impresiones monocromáticas coloreadas a mano -una técnica dominante en los años 80-, hasta la fotografía digital.
- Se presentan impresiones como el Autocromo Lumiere (hermanos Lumiere-1903), las cromogénicas (revelado inventado por Kodak), el Dye Transfer (un proceso que requiere la alineación correcta de tres negativos), los polaroid y la inyección de tinta (impresora), entre otras.
- 300 acervos fueron estudiados por Oles.
- 1930 y 1940 la aparición de las primeras películas a color en México.
FOTOS: DANIEL OJEDA Y CORTESÍA INBAL
MAAZ