ARTES

Hernán Cortés era un hombre capaz de sentir amor, define el antropólogo Christian Duverger

El antropólogo francés Christian Duverger prolonga su reivindicación del conquistador en su libro "Memorias de Hernán"

CULTURA

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El antropólogo francés Christian Duverger prolonga su reivindicaciónCréditos: Cortesía Grijalbo

Christian Duverger (Burdeos, 1948) está de vuelta, el antropólogo e historiador francés está empeñado en reivindicar la imagen de Hernán Cortés como todo un prohombre y dejar atrás la imagen de sanguinario y despiadado conquistador que lo arropa. La idea de Cortés, dice, “no era la de entrar en guerra con los indígenas” sino la de mestizarse con ellos: “No entiendo la visión despectiva que hoy se tiene del mestizaje, él la transformó en un lenguaje humanista, precisamente para evitar la violencia”.

Los argumentos del estudioso del México prehispánico y virreinal van contracorriente de la historia que el país ha construido: Duverger insiste en que el auténtico autor de la “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España” es Cortés y no Bernal Díaz del Castillo; dice que con esa obra inventó la novela hispanoamericana y afirma que la conquista no fue tal: “Llamar conquista a la entrada de 500 personas en un mundo donde había 25 millones de habitantes es un poco excesivo, no es una conquista, es la entrada de un grupo muy reducido”.

En todo caso, Cortés sigue siendo el personaje principal de su obra, incluida la de ficción. Después de los dos volúmenes de 2019, donde habla del conquistador como guerrero y literato, ahora regresa con “Memorias de Hernán” (Grijalbo, 2023), una especie de homenaje a Marguerite Yourcenar y sus “Memorias de Adriano”, que sirve al francés para abordar al conquistador desde un punto de vista “más humano”.

“Lo hice para explicar la dimensión humana de Cortés porque siempre aquí se presenta a Cortés como el malvado de la historia, como una especie de hombre sin alma, un desalmado, y es absolutamente falso. Cortés es un hombre culto, es un hombre capaz de amor, es un hombre que se interesó toda la vida por sus hijos, tenemos muchos testimonios de eso, y fue, de cierta manera un padre de familia con varios hijos, de varias esposas, eso es cierto, pero siempre les dio importancia”, resalta.

La leyenda negra que envuelve a Cortés, afirma Duverger, es un invento estadounidense del siglo XIX. En 1823, dice, “estamos en un contexto de independencia de los países, ya no hay presencia física del excolonizador y los Estados Unidos quieren recuperar todo el territorio de la conquista hispana como zona de influencia para ellos. Entonces inventan una historia de propaganda que sataniza a Cortés, a España, como potencia colonizadora, a la Iglesia porque todos son protestantes que odian a los católicos, y en el paquete de la leyenda negra viene el mestizaje”.

El autor imagina al conquistador narrando a su hijo Martín, producto de su relación con La Malinche, las aventuras que vivió durante su vida, desde sus días de estudiante en Salamanca, su llegada al Nuevo Mundo y sus amores con Marina. Todo en el libro, afirma, está sustentado en documentación, él sólo ha aportado la manera humana, casi benefactora, de un hombre hablando a su vástago.

Duverger afirma que el país necesita conocer al conquistador en toda su dimensión. 

“Creo que falta en México tener la visión completa de Cortés, que no solamente es el fundador de la patria, porque es el fundador del mestizaje, de una patria mestiza, sino que ignoramos prácticamente su dimensión literaria, es importante entender que al escribir la ‘Historia verdadera’, que además es una obra maestra, se revela como un hombre que tenía una visión del futuro, que transforma su aventura en una obra de arte literaria. Entender eso ayudaría a tener orgullo en México por las raíces de la nueva España y del país actual”.

 

A DETALLE

  • Hace 10 años, Duverger planteó su teoría sobre el verdadero autor de la ‘Historia verdadera’.
  • El francés también ha realizado trabajo de campo como arqueólogo, sobre todo en Monte Albán
  • Es doctor por la Universidad de la Sorbona y profesor de la École des Hautes Études en Sciences Sociales

FOTOS: CORTESÍA GRIJALBO

MAAZ