PROCESOS DE CONSERVACIÓN

Especialistas mexicanos atienden óleo virreinal de gran formato de la colonia Guerrero

Trabajan en cuatro de cinco pinturas que conforman la pieza, localizada desmontada de su lugar de origen

CULTURA

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A partir de las investigaciones previas se logró datar las pinturas hacia el siglo XVIII Créditos: Especial

Especialistas mexicanos comenzaron la primera etapa de intervención de cuatro de las cinco pinturas que integran un óleo de gran formato, de 15.13 metros de alto por 20.15 de ancho, que forma parte del Templo de San Fernando Rey, en la colonia Guerrero, de la Ciudad de México.

Los óleos fueron localizados desmontados de su lugar de origen, durante las supervisiones que se realizaron a los monumentos afectados por los sismos de 2017. La obra, titulada “Visión de escala blanca y colorada y Pensil Seráfico”, adornaba el muro oriente de los lunetos del coro.

De acuerdo con la restauradora responsable de los trabajos, Martha Amparo Fernández Ortiz, a partir de las investigaciones previas se logró datar las pinturas hacia el siglo XVIII e identificar que las escenas narran la vida de san Francisco de Asís; aunque el análisis continúa para identificar al autor.

La Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) gestionó ante la Embajada de Suiza financiamiento para intervenir las obras y generó un proyecto integral que implicó el embalaje y traslado, como parte de una primera etapa, de cuatro de las cinco partes de la obra de gran formato, quedando pendiente la que muestra las imágenes de la Virgen María y Cristo que, debido a su dimensión, se atenderá in situ, en una segunda etapa.

las escenas narran la vida de san Francisco de Asís; aunque el análisis continúa para identificar al autor
Créditos: Especial

Los procesos de conservación y restauración 

Los cuatro segmentos a intervenir corresponden a los que presentan escenas de frailes en ascenso al cielo por medio de una escalera; otros frailes sentados en dos mesas con flores, separadas por una figura alada con hábito franciscano; Cristo sentado en un trono rodeado de nubes, ángeles y querubines, y detrás de san Francisco está la Virgen; y tres personajes aún sin identificar.

La intervención inició con la limpieza físico-química de la capa pictórica de los cuatro segmentos, para retirar excreta de paloma y exceso de polvo. Además, se hizo el registro fotográfico, estudios de fluorescencias y rayos X. Todas las pinturas presentan desprendimiento en las bandas, resanes y parches colocados en una intervención anterior.

El fragmento más deteriorado es el relativo a los personajes aún no identificados, el cual presentaba ataque de insectos xilófagos en el bastidor, perforaciones, roturas, escurrimientos, manchas de humedad, orín de murciélago y excreta de paloma, en el anverso y reverso. Una vez consolidada la capa pictórica y la corrección de las deformaciones del soporte, se procederá a los procesos de conservación y restauración.

El equipo de especialistas del Laboratorio-Taller de Pintura de Caballete de del INAH que trabaja en las obras está integrado por María Cristina Noguera, corresponsable del proyecto; las restauradoras María Eugenia Marín, Flor Irene Hernández, Nazaina Gómez y Gabriela Peláez; los técnicos restauradores Enrique Hernández, Noé Mejía, Tonatiuh Mejía y Jorge Rodríguez; la voluntaria de la ECRO, Karla Hernández; los expertos del Laboratorio-Codice, Armando Arciniega, Daniel Meléndez y Perla Téllez; el fotógrafo Julio Bronimann; el biólogo Pablo Torres, y el especialista del Laboratorio de rayos X, Guillermo Rodríguez.

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srgc