CÚPULA

La historia del Centro Nacional de Investigación, documentación e información de la Danza José limón (CENIDI Danza)

Durante cuatro décadas, el Centro ha estado comprometido con la historia de la danza en México y su riqueza documental

CULTURA

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Guillermina Bravo y Ricardo Silva en La Coronela (1940), con el Ballet de Waldeen.Créditos: SEMO, Colección CENIDI DANZA, Fototeca

El CENIDI-Danza José Limón es uno de los espacios del INBAL dedicados a la Investigación de las artes. Durante 40 años ha estado comprometido con la historia de la danza en México, caracterizado por su gran variedad y riqueza documental construida durante siglos, a partir de tradiciones populares ancestrales, y por la memoria de grandes figuras estelares de la danza, quienes, con sus técnicas, métodos educativos, coreografías y mensajes expresivos, revolucionaron la danza moderna.

La investigación en beneficio de la educación artística es una tarea de la mayor relevancia e interés para el país, no sólo en el campo científico, sino también en el artístico, un área que incluye la historia, los procesos creativos de autores e intérpretes, y las obras en sí mismas, y cuyo estudio crea conocimiento, amplía nuestras perspectivas y formas de entender el mundo, y mantiene viva la memoria de la extraordinaria cultura nacional. El INBAL, desde su origen, tuvo la necesidad de crear un centro de investigación sobre la danza, con el objeto de documentar e interpretar su rica trayectoria histórica en el país. Esta tarea fue reconocida tempranamente por la maestra Nellie Campobello, quien propuso la creación de un espacio para la reflexión, la escritura, y el análisis de la danza; y por Miguel Covarrubias, quien planeó conformar un centro de investigación, dedicado principalmente a la danza tradicional.

Guillermo Arriaga y Rocío Sagaón en Zapata, con el Ballet Mexicano de la ADM (1952-53). Foto: Raúl Anaya Soto, Colección CENIDI Danza, Guillermo Arriaga.

Dichas iniciativas se concretaron tiempo después gracias al apoyo del primer bailarín, coreógrafo y docente Guillermo Arriaga, jefe del Departamento de Danza del INBAL, quien promovió que el 14 de enero de 1983 naciera el Centro de Información y Documentación de la Danza (CID Danza), bajo la dirección de la bailarina, promotora e investigadora Patricia Aulestia. Posteriormente, en 1988, el CID tomó el nombre con el que actualmente lo conocemos, como homenaje al gran bailarín, maestro y coreógrafo José Limón, quien creó una obra dancística de gran trascendencia estética e histórica.

A lo largo de su trayectoria, ya con cuatro décadas, el CENIDI Danza fue actualizando y priorizando distintas funciones y actividades, de acuerdo con las visiones y perspectivas de sus autoridades y personal académico, y acorde con las coyunturas y necesidades del país. Su prioridad ha sido atender a la educación en relación con la investigación artística, en general, y con la investigación de la danza, en particular. En su primera etapa, la función principal que se propuso el Centro fue la de conformar un acervo histórico, elemento clave para la investigación de excelencia, basado en fuentes primarias: reconocidos coreógrafos, bailarines y maestros, generosamente donaron sus archivos personales y ayudaron a localizar otros acervos y materiales fundamentales de la historia de la danza en México, que estaban en manos de coleccionistas privados. El Centro también creó textos accesibles y atractivos sobre la variedad de estilos dancísticos de la danza mexicana y organizó charlas públicas y encuentros nacionales de investigación para socializar el conocimiento.

Más adelante, bajo la dirección de Maya Ramos Smith, ejecutante y maestra de danza clásica, e investigadora, el foco principal del CENIDI Danza pasó a ser la investigación propiamente dicha, ampliando el repertorio de las metodologías y de los géneros dancísticos que se convirtieron en el objeto de estudio de los distintos miembros del personal académico, conformado ya, para aquel entonces, por especialistas provenientes de diversas ciencias sociales y de otras disciplinas artísticas afines, quienes con sus distintas formaciones y especialidades enriquecieron el estudio de la danza. También se impartieron seminarios con maestros nacionales y extranjeros, se firmaron acuerdos para realizar intercambios interinstitucionales y se realizaron exposiciones.

Durante la gestión de la bailarina, coreógrafa, cronista, crítica e investigadora Lin Durán, el CENIDI Danza, como se le llama comúnmente, llegó a su sede actual, en las instalaciones del Centro Nacional de las Artes, donde gracias a su cercanía con los otros tres Centros Nacionales de Investigación de las Artes y con algunas de las Escuelas del INBAL, se estimula la colaboración académica interdisciplinaria. Bajo esta gestión se impulsó particularmente la conjunción de la teoría con la práctica.

Posteriormente, bajo la dirección de la filósofa, maestra y estudiosa de la danza Patricia Cardona, la producción del CENIDI Danza se caracterizó por la actualización de la investigación, con la incorporación de nuevos paradigmas teórico-metodológicos, el desarrollo de técnicas documentales que simplificaron el acceso a la consulta de acervos para los usuarios, así como el desarrollo de programas de divulgación, difusión y atención que acortaran las distancias entre la investigación y el público, así como con las comunidades de las escuelas y las compañías e instituciones culturales afines, tanto en México como en el extranjero.

Bajo la dirección de Elizabeth Cámara, historiadora, bailarina y maestra, en el CENIDI Danza se reorganizaron las líneas de investigación para fortalecer los vínculos y los estudios teóricos y críticos, tomando en cuenta el análisis de las obras y su recepción, así como los estudios interdisciplinarios. Se aumentó el número de publicaciones, se apoyó la creación del Repositorio de investigación y educación artísticas del CENIDI Danza y, en 2011, se fundó la Maestría en Investigación de la Danza, con la finalidad de formar profesionales en el campo de la investigación.

Actualmente, bajo la dirección de la bailarina, maestra e investigadora, Ofelia Chávez de la Lama, investigadores y documentalistas sostienen un diálogo académico indispensable con las distintas comunidades, nutriendo la vida cultural del país, difundiendo la historia de la danza a nivel nacional e internacional y buscando siempre ampliar las líneas de la investigación, especialmente las de carácter interdisciplinar, como por ejemplo la línea de investigación de Danza y Discapacidad, que organiza encuentros comprom9etidos con las políticas de inclusión, igualdad y diversidad.

Programa de mano, Ballet Nacional de México, 1965. Foto: Fondo Documental Patricia Aulestia.

El CENIDI Danza cuenta con más de 30 colecciones y fondos documentales que constituyen fuentes primarias fundamentales para conocer la historia de la danza en México, mismos que recientemente se han incrementado de forma notable.

El catálogo histórico de publicaciones del CENIDI cuenta con alrededor de 200 textos impresos y más de 30 discos compactos y videos, producto final de los proyectos de investigación de su personal académico. El repositorio INBA Digital cuenta con 95 por ciento de las publicaciones existentes digitalizadas, permitiendo así el libre acceso a todos sus contenidos. La intensa y constante labor de difusión del Centro consiste en presentaciones de libros y distintas actividades académicas y artísticas, entre las que destacan las Jornadas de Danza Española y el Homenaje Una vida en la danza, que reconoce a personalidades cuyas aportaciones y trayectorias han dejado una huella significativa en la cultura nacional.

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