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ARTE

Revaloran a Vlady como artista en el antiguo colegio de San Ildefonso

Una exposición reúne más de 300 piezas sobre el artista de origen ruso que llegó a México en 1941; se exhiben un cuadríptico censurado por el priismo

CULTURA

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“La obra 'Descendimiento y ascensión' Vlady representa a una joven roquera zapatista”Créditos: Especial

Entre septiembre y octubre de 1993, Vlady (San Petersburgo, Rusia, 1920 - Cuernavaca, 2005) fue comisionado por el entonces secretario de Gobernación de Carlos Salinas de Gortari, Patrocinio González Garido, para realizar una obra sobre las revoluciones permanentes. Mientras elaboraba la pieza, que terminó siendo un cuadríptico de gran formato, el EZLN se levantó en armas, en enero de 1994.

Siempre interesado por la disidencia, el artista de origen ruso visitó Chiapas y a los zapatistas. En octubre de ese año entregó sus cuadros para ser colocados en la Secretaría de Gobernación, pero misteriosamente, un día después de la inauguración desaparecieron.

“No había mayor problema, pero justamente en la obra 'Descendimiento y ascensión' Vlady representa a una joven roquera zapatista que asciende y que en expresión de él, es la juventud que asciende y hará la revolución”, recuerda la curadora Araceli Ramírez. Por años se desconoció el destino que el régimen de Ernesto Zedillo había dado a los cuadros.

“No se sabía nada de ella, y en algún momento supieron que estaba en el Archivo General de la Nación (AGN), estaba en una sala de juntas, no estaba escondida, ni enrollada ni nada de eso, pero en una sala de juntas poca gente tiene acceso, es decir, no estaba exhibida al público, salió de exhibición y no sabemos; hemos pedido por transparencia y quizás ahora que vamos a convivir con ellos podamos conseguir el dato, porque no sabemos cuándo llegó al AGN, ni tampoco cuando se decidió colocarla”, agrega.

Casi tres décadas después, el cuadríptico censurado por Zedillo se exhibe por primera vez en una exposición. Actualmente se conserva en el acceso a la sala de consulta del AGN, pero a partir del 9 de septiembre forma parte de la muestra “Vlady. Revolución y disidencia”, que inaugura el Antiguo Colegio de San Ildefonso a lo largo de siete salas.

Historia del arte mexicano

Integrada por más de 300 piezas, entre obras de pequeño y gran formato, cuadernos, bocetos y dibujos, la exposición intenta "reposicionar" al artista "dentro de la historia del arte mexicano" y acercarlo al público joven.

Vlady, afirmó Oscar Molina, cocurador de la muestra junto con Ramírez y Claudio Albertoni, ha sido conocido sólo por dos momentos: su pertenencia al movimiento de la Ruptura a finales de los años 60, y por los murales de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. "Eso ha sido una fortuna y una desgracia porque se desconoce su obra anterior y posterior a esos murales".

A decir de Albertoni, no se trata de una muestra retrospectiva, ni cronológica, sino que tiene como columna vertebral los cuadernos que el artista pintaba, casi a manera de diario, desde 1940 y dónde se condensa el "sentido profundo" de su trabajo; las libretas se conservan actualmente en el Centro Vlady de la UACM, en la exposición se exhiben 80 de las 318 que dejó el artista y que equivalen a unas 55 mil páginas de apuntes escritos y dibujados.

En la exposición se exhiben 80 de las 318 que dejó el artista Foto: Especial

La exposición, dividida en cinco núcleos, se pensaba montar hace dos años, con motivo del centenario del natalicio de Vladímir Kibálchich Rusakov Vlady, pero debido a la pandemia tuvo que ser retrasada, ahora ha sido inserta en la celebración del centenario del muralismo mexicano, que tiene en San Ildefonso sus inicios.

De ideología comunista y empático con el trotskismo, Vlady y sus padres sufrieron la persecución stalinista; junto con su padre fue confinado a un campo de trabajo del Gulag. En 1936 fueron liberados, pero destinados al exilio, por lo que la familia fue acogida en Bélgica, de donde pasó a Francia, donde conoció a los artistas del momento, incluido Diego Rivera. Con el avance del ejército alemán sobre Francia, nuevamente debieron emigrar, y ya sólo con el padre, llegó a México en 1941. Su madre se quedó en un hospital psiquiátrico en Europa, hasta su muerte, en 1984.

En México, Vlady renegó de la Escuela Mexicana de Pintura que estaba liderada por los tres grandes: Rivera, Orozco y Siqueiros. “Vlady fue un permanente disidente y fue el impulsor primario en su momento, de ese movimiento que luego se etiquetó bajo el nombre de La Ruptura. Al lado de Alberto Gironella y Héctor Javier, impulsaron la Galería Prisse en la propia casa de Vlady y después, alrededor de ellos se acercó el joven Cuevas, José Luis Cuevas y otro grupo de artistas, se fue formando esa tertulia plástica”, afirmó Fernando Galvez, director del Centro Vlady de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).

Nuevas formas en el arte

“Buscaban nuevas formas en el arte, confrontando un poco la manera en que tanto la estética como el vocabulario y las imágenes del muralismo se habían ido anquilosando, negando las posibilidades libertarias que de por sí el arte ejerce o debe ejercer”, agregó. De la Ruptura, Vlady también acabaría apartándose.

Durante su vida fue sucesivamente figurativo, abstracto y luego otra vez figurativo, sin dejar de tener un toque surrealista. Experimentó y usó todas las técnicas a su alcance, fabricó sus propios colores, devoró volúmenes de literatura sobre arte y caminó kilómetros de museos en tres continentes. Pero si de los movimientos quiso apartarse, jamás lo hizo del espíritu disidente y revolucionario. 

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