ESCRITORA MEXICANA

Ana Clavel: Una historia sobre la salud mental, la diversidad sexual y la dignidad

La escritora Ana Clavel reconstruye, en la novela "Por desobedecer a sus padres", la historia del poeta Darío Galicia, cercano a los infrarrealistas, cuya vida estuvo marcada por una lobotomía que le fue practicada para 'curar' su homosexualidad

CULTURA

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Por desobedecer a sus padresCréditos: Especial

Ana Clavel (Ciudad de México, 1961) encontró en la figura del poeta Darío Galicia, cercano a los infrarrealistas, a un personaje fascinante, no sólo por su personalidad y trágica vida, sino sobre todo por su obra poética y porque un día, simplemente, desapareció. Así, a partir de rumores como que había sido sometido a una lobotomía debido a su orientación sexual, fue reconstruyendo sus pasos, su paradero y su destino final.

“Por desobedecer a sus padres” (Alfaguara, 2022) es, según la autora, una “novela, pero también está basada en testimonios y en una biografía; hay ficción y juego de la imaginación, creo que es el mejor homenaje que le puedo hacer a Darío”.

Y agrega: "Además, hago uso de la tradición, a través de Alicia en el país de las maravillas, para abordar su vida de manera lúdica y gozosa, para no quedarme sólo con una visión de víctima. El libro es ficción y realidad, y, por eso, es más verdad que la verdad".

Galicia tenía una personalidad extravagante y se le solía describir como un genio con cierto parecido a Óscar Wilde.

Y fue con un poema de Roberto Bolaño que se comenzó el rumor de que uno de los personajes de Los detectives salvajes, era Darío y había sido sometido por sus padres a una lobotomía para “curarlo” de la homosexualidad y, de paso, de la poesía.

“En un principio, me invitaron a una antología sobre relatos de padres autoritarios y se me ocurrió la frase `por desobedecer a sus padres`, con escenarios alrededor del castigo sobre alguien que transgrede las reglas y los límites. Esto lo asimilé muy pronto con la imagen que tenía de Darío Galicia, a quien conocí en los años 80, en la Facultad de Filosofía y Letras. Cuando me lo presentaron, me dijeron que caminaba lento y hablaba mal, y que, además, tenía la apariencia de alguien enfermo, psicotizado, adormilado por los antipsicóticos que tomaba; además, se corría el rumor de que sus padres lo habían mandado lobomotizar para ‘quitarle’ la homosexualidad”, cuenta la autora de “Breve tratado del corazón” (Alfaguara, 2019).

La historia y la coincidencia entre lo que había escuchado y su encuentro con él, dice, la horrorizaron. Entonces, quiso saber más acerca del poeta admirador de Lewis Carroll que, incluso, firmaba su poesía como Darío G. Alicia. “En los 90 me lo volví a encontrar y nos caíamos bien, pero no supe más de él hasta que comencé con esta historia y empecé a preguntar qué fue de él. Algunos me dijeron que lo habían visto, otros lo daban por muerto”, cuenta.

La labor, prácticamente de periodista e investigadora, comenzó. Siguió archivos, páginas de internet, testimonios, referencias hemerográficas, y descubrió, por ejemplo, que le realizaron un procedimiento en 1976. Así dio con un poema de Roberto Bolaño, en el que menciona que, en realidad, fue un procedimiento por aneurismas.

“Yo tenía la leyenda de la lobotomía, e incluso me topé con el dato de que Darío había inspirado a Bolaño para un personaje de Los detectives salvajes, no recordaba a un personaje lobomotizado; la volví a leer y, otra vez, era un tema de aneurismas y en la historia fallece”, explica.

A lo largo de la novela, Clavel dibuja a un poeta rebelde, transgresor, orgulloso de ser quien es, de su homosexualidad, recupera su poesía y su lucha por los derechos de la diversidad sexual; pero también hace una exploración hacia estas prácticas de lobotomía.

“A la fecha se siguen haciendo para casos patológicos muy graves, en la época de Darío se usaba para ‘curar’ comportamientos, como podían ser ideas políticas o de género. En la novela hablo también de este tema, como el caso de un chico que se la hicieron muy joven, y que fue su madrastra la que lo sometió porque no se llevaba bien con él”, apunta.

En 2018, Clavel, lo encontró, pero al año siguiente, falleció y ya no fue posible presentarle la novela. “En algún punto sentí que el personaje me rebasaba y me bloqueé, logré continuar hasta que él murió, cuando supe que se había liberado de la terrible vida que había tenido”.

PAL