De 1927 a 1932, Germán Cueto (1893-1975) vivió en París. Cuando regresó, simplemente ya no encajó con lo que sucedía en México. “Está en pleno la Escuela Mexicana de Pintura, lo que él hacía no interesaba en nuestro país. Yo creo que regresó en mal momento”, dijo Enrique Villa Ramírez, director del Museo Federico Silva Escultura Contemporánea.
“Últimamente debo apuntar el gran esfuerzo que Ysabel Galán ha hecho por promover a Cueto para que esté presente en las grandes exposiciones internacionales, ella se ha afanado y ha contactado con la gente de los museos del mundo para que esté siempre presente en las grandes exposiciones internacionales”, agregó.
Del museo potosino que dirige Villa llega a la Ciudad de México la exposición “Germán Cueto. Una visión vanguardista”, que intenta mostrar en el Museo Nacional de Arte (Munal) una visión general del trabajo del artista mexicano, a través de 73 piezas, entre escultura, máscaras, pintura, piezas de alambre, dibujos y esmaltes. Todas, caracterizadas por su innovación y experimentación.
“Cueto no entra en esta expresión nacionalista de moda, se hace a un lado, y tampoco tenía la personalidad de Siqueiros o de Diego que decía Dios soy yo”, señaló Carmen Gaitán, directora del Munal.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 27 de noviembre, ocupa tres salas donde pueden verse pinturas como “Cabeza cubista” de 1948; un “Perfil de Pablo Picasso” elaborado en Terracota en 1948 o el bronce “Napoleón” de 1931.
En la exposición están “las formas aplicadas, primitivas, abstractas y en la Escuela Mexicana de Pintura están siguiendo otros patrones y modelos, con este corte muy social, muy de la lucha, de la igualdad, muy como lo vemos después con Leopoldo Méndez; y ni Diego, ni Siqueiros ni Orozco estaban en los términos abstractos a pesar de que a Diego lo había conocido en París y se habían hechos amigos”, agrega.
Sobre la exposición
Casado con Lola Cueto en 1919, Germán formó parte del Movimiento estridentista desde su creación, en 1922. En París, gracias a su prima la artista María Blanchard entró en contacto con las vanguardias, con las que se reconoció. Cueto “ejemplificó la simplificación geométrica”, señaló Gaitán, y antes que los artistas de La Ruptura, “está innovando en geometrías”.
En la exposición se incluye también la exhibición del proyecto de la escultura “El corredor”, realizada en bronce en 1968 para la Ruta de la Amistad, así como un boceto de 1952, no realizado, para la barda perimetral de Ciudad Universitaria.
La obra de Cueto ha comenzado a ser revalorizada al grado que el MoMA de Nueva York ha adquirido piezas del artista para su colección, mismas que ha ubicado en su sección de vanguardias europeas.
En la última compra que hizo el museo estadounidense, explica Villa, adquirió cuatro piezas, “dos de ellas son unas máscaras espectaculares y en mi opinión no debieron haber salido de México, pero Ysabel Galán lo vio como la posibilidad de proyectar a Cueto a otros los niveles”.
En San Luis Potosí, señala, es el sitio donde más obra de Cueto se conserva, dividida en dos colecciones: la particular de Ysabel F. Galán que cuenta con unas 700 piezas y la de Fomento Cultural del Norte Potosino AC, que encabeza José Cerrillo Chowell que cuenta con unas mil piezas. De ambas colecciones se han integrado mayormente la muestra que ahora llega al Munal.
dhfm
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