ARTES

Gabriela Ortiz, continuación de un linaje musical

La compositora ingresa a El Colegio Nacional el 30 de agosto con una ceremonia y con un concierto representativo de su trayectoria musical

CULTURA

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Gabriela Ortiz (1964) es una de las más reconocidas compositoras mexicanas vivasCréditos: Cortesía

Gabriela Ortiz, es una de las compositoras más importantes de México y de Latinoamérica, y el próximo 30 de agosto se convertirá en la octava mujer, en 79 años, en ser miembro de El Colegio Nacional, una de las instituciones culturales de más prestigio del país, pues está dedicada a la divulgación de la cultura científica, artística y humanística de la nación; además, será la primera mujer en el campo de las artes.

“En El Colegio Nacional hay una voluntad muy clara para que las cosas cambien, pero no puede suceder de manera rápida, no se pueden incluir más mujeres porque, primero, debe haber vacantes. Sin embargo, desde hace un par de años en el nuevo ingreso de miembros —el 50 por ciento— son mujeres, hay más equilibrio”, dice.

Y añade: “Como mujer, me siento muy contenta de estar en El Colegio, soy la primera en Artes, lo cual es muy significativo. Es importante que luchemos por los espacios, pero no sólo por ser mujeres, lo debemos tener muy claro, no quiero que una orquesta quiera tocar mis obras porque soy mujer, quiero que lo haga porque mi trabajo tiene valor artístico; a veces se asume que hacer un festivalito de mujeres, un programa de mujeres, es hacernos un favor y no es así. Por ejemplo, en marzo programan mujeres que nunca más vuelven a tocar, pero tendría que ser normal dentro de una orquesta programarnos durante toda la temporada”.  

El fenómeno de exclusión, advierte, se extiende a las obras de autores latinoamericanos, pues el canon es europeo.

“Lo mismo pasa en el extranjero, cuando ves un concierto dedicado a Latinoamérica, a lo que aspiramos es a que Revueltas esté en todas las temporadas regulares de las orquestas, pero no ocurre. El tema es que éstas formas han sido dictadas, principalmente, por Europa; es allá en donde se han decidido los lineamientos de la música de concierto. Las cosas están cambiando, ahora hay un discurso de diversidad, pero hay que decir que llevamos décadas de dominación europea. Por eso es tan importante el trabajo de grupos como Tambuco, Cuarteto Latinoamericano y Ónix, que han dedicado sus vidas a tocarnos, y por eso deberían ser apoyados los grupos independientes, para ellos las cosas siempre han sido muy difíciles y, tras la pandemia, siguen de pie de milagro”, lamenta.

La alumna de Mario Lavista explica que, en el campo de las artes en el interior de la institución es, de alguna manera, la representación de un árbol genealógico de la música mexicana.

“La gente que ha estado en El Colegio es parte de una especie de árbol genealógico. Carlos Chávez es el primer músico y gracias a él la música estuvo representada, luego estuvo Eduardo Mata, alumno de Chávez; luego, cuando fallece Mata, entra Mario, y ahora yo soy alumna de Mario. Hay una suerte de línea directa de que toda tradición sólida necesita, una línea de continuidad”, cuenta.

La salutación y respuesta a Ortiz, estará a cargo del presidente en turno, Juan Villoro. La lección inaugural culminará con un concierto que lleva por título Altares, cuyo programa reúne tres composiciones de su autoría dedicadas a grandes figuras como Mario Lavista, Luis Barragán, Jesusa Palancares. La ejecución del programa está a cargo de Alejandro Escuer (flauta), Carla López Speziale (mezzosoprano), Edith Ruiz (piano) y el Cuarteto de Cuerdas José White.

“Se van a tocar obras mías de diversos periodos, como Patios serenos, que es de mis primeras obras, fue compuesta en el Taller con Mario Lavista, le tengo mucho cariño y me recuerda a esa época; también se van a tocar mis estudios para pianos, así como los Tres haikus, dedicada a Mario, es muy íntima y está basada en la poesía de María Baranda, y también está dedicada a Mario. Y concluirá con Exilios, dedicada a tres refugiados españoles que me marcaron en la vida: José de Tapia Bujalance, quien junto con Patricio Redondo fundó las escuelas activas en México; luego, con su esposa, fundó la escuela Manuel Bartolomé Cossio, en donde yo estudié y que me marcó profundamente. Ahí conocí a Mario Stern y con él tuve mi primer acercamiento a la creatividad musical; el segundo movimiento está dedicado a Lidia Rodríguez, la madre de Ana Margules, una científica extraordinaria y un ser humano maravilloso, y el tercer movimiento fue para Julián Escuer, abuelo de Alejandro Escuer”, detalla la compositora.

En la escena musical mexicana, indica, una cosa le preocupa: las escasas o prácticamente nulas grabaciones de los autores contemporáneos. “Me preocupa que nuestro legado no se está dejando, las obra tienen que ser grabadas y no está pasando, los compositores no podemos hacerlo solos, es muy caro, tiene que haber una voluntad de parte de las instituciones para que se grabe; ninguna orquesta, en los últimos años, ha grabado la música de los mexicanos”.

DATOS

  • Gabriela Ortiz (1964) es una de las más reconocidas compositoras mexicanas vivas. Pertenece a una generación que ha hecho presente la voz de la mujer en la música de un modo radicalmente nuevo y con un peso específico vital.
  • Discípula de Federico Ibarra y de Mario Lavista, es egresada de la Escuela Nacional de Música (actualmente Facultad de Música) de la UNAM.
  • Se doctoró en Composición Musical por la City, University of London.
  • Su obra comprende ópera, música de cámara y para instrumentos solistas con orquesta.
  • Grupos como el Cuarteto Kronos, la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles con Gustavo Dudamel como director, el Cuarteto Latinoamericano o el Ensamble Tambuco han ejecutado sus obras.
  • Se doctoró en Composición Musical por la City, University of London.

CAR