Luíza Gustavovna Salomé, mejor conocida como Lou Andreas-Salomé, nació el 12 de febrero de 1861 en San Petersburgo, Rusia. Fue hija de Louise Wilm von Salomé y Gustav von Salomé, general del ejército imperial ruso. Fue la menor de sus cuatro hermanos, todos hombres, aunque el mayor murió en su infancia.
Lou, como la llamaban en su núcleo familiar, desde temprana edad mostró ser un espíritu inquieto e independiente, tan es así que a sus escasos 17 años su hambre de conocimiento la vinculó con Hendrik Gillot, un predicador alemán que era 25 años mayor que la joven, pero que al final fungió como un mentor al instruirla en diversas áreas: filosofía, literatura alemana y francesa y teología. Este hombre, que sin duda fue importante en su formación y desarrollo posterior, le pidió matrimonio pese a que ya estaba casado; sin embargo, lo rechazó como lo haría después con muchos otros intelectuales que se cruzaron en su camino. Gracias a él también tuvo un acercamiento al filósofo holandés Baruch Spinoza y al alemán Immanuel Kant.
En el año de 1880, Salomé se dirigió a Zúrich en compañía de su madre para poder acceder a los estudios universitarios de Teología, ya que en ese momento era el único país donde las mujeres podían hacerlo. En aquella época, Lou tenía un problema respiratorio de salud en el que al toser escupía sangre. Luego, a sus 21 años, viajó a Roma en compañía, de nueva cuenta, de su progenitora.
Cabe señalar que la psicoanalista rusa tuvo una relación muy cercana con su padre, en cambio con su madre, cuyo carácter era más fuerte, mantuvo un contacto más distante.
La formación universitaria de Lou Andreas-Salomé se vio interrumpida por sus problemas de salud, por lo que en el periodo de convalecencia, logró descubrir su vocación por la literatura y por recomendaciones médicas, se trasladará con su madre a Roma en búsqueda de un clima más favorable para su salud.
Más tarde, en septiembre del mismo año, tendría la oportunidad de ser admitida en el círculo intelectual de Malwida von Meysenburg, autora de Memorias de una idealista y una importante exponente del feminismo, con quien la joven mantuvo una buena relación, que contribuiría también a que más tarde conociera a dos de los hombres que marcarían su vida tanto personal como intelectualmente, se trata de los filósofos alemanes Paul Rée y Friedrich Nietzsche, con quienes establecería un trío dedicado al estudio de diversas áreas, conocdio como la Trinidad intelectual.
Fue así como Paul, Nietzsche y Lou viajaron con la madre de Salomé por Italia; sin embargo, al arribar en octubre a Leipzig, Alemania, el autor de Humano, demasiado humano se separaría de ellos debido a un problema con la "joven rusa" como le llamaba, a quien le propuso matrimonio, pero fue rechazado. No obstante y pese a la negativa de Lou, volvió a pedirle matrimonio, pero de nuevo recibió un no por respuesta, que lo afectaría anímicamente.
Salomé y Rée continuaron viajando y estudiando hasta el año de 1887, cuando Salomé conoce a Carl Friedrich Andreas, con quien se comprometió en secreto y sí se casó, pese al escepticismo que tenía ella respecto de la vida marital y la negativa de él a que su esposa sostuviera relaciones abiertas con otros hombres. Sin embargo, su matrimonio duraría hasta el año de 1930, cuando muere el orientalista de ascendencia alemana en 1930, quien al parecer la convenció de casarse con él pues de lo contrario se suicidaría. Se sabe que ambos intelectuales vivieron en casas separadas y sin sexo.
Para Lou Andreas-Salomé que según Nietzsche poseía “la agudeza del águila y el coraje del león”, dos símbolos del eterno retorno y claves en su obra Así habló Zaratustra, la vida intelectual era su verdadera pasión.
Sin embargo, tras la muerte de Friedrich Andreas mantuvo una relación con el poeta Rainer Maria Rilke, quince años menor que ella y con quien intercambiaría intensas cartas de amor. Ella le enseñó a hablar en ruso, lo instó a leer a Tolstói, a quien también conoció más tarde. En conclusión, fungió como una mentora para él.
Uno de los momentos más importantes de su vida fue cuando conoció a Sigmund Freud en 1911 y fue así que comenzó a adentrarse en el estudio del psicoanálisis. Incluso fue la primera mujer en ser aceptada en el círculo psicoanalítico de Viena. Lou se dedicaría a la terapia psicoanalítica hasta sus 74 años por motivos de salud y murió a los 75 años en Gotinga, Alemania, el 5 de febrero de 1937.
Cabe destacar que aunque "la joven rusa" se dedicó al psicoanálisis y escribió diversos textos a lo largo de su vida, ha destacado sobre todo como una "coleccionista de intelectuales" o "la mujer fatal" que capturó la atención de importantes personajes del siglo XIX como Nietzsche.
Algunas de sus obras más destacadas son Mirada retrospectiva: Compendio de algunos recuerdos de la vida, Friedrich Nietzsche en sus obras, Aprendiendo con Freud: diario de un año, 1912-1913, Rusia con Rainer y El erotismo.
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