ARTES

"En lo cotidiano y en la felicidad, también hay literatura": Juan Pablo Villalobos

El autor mexicano ofrece en "Peluquería y letras", una profunda reflexión sobre el oficio de escribir acerca de temas que han sido considerados banales

CULTURA

·
15 países han traducido sus novelasCréditos: Cortesía Juan Lemus/EHDM

The Beatles escribió, en 1968, la canción "La felicidad es un arma caliente", y, desde entonces, se ha especulado sobre su significado, ¿habla del consumo de drogas, de un deseo sexual? Lo cierto es que la felicidad puede significar tantas cosas como personas en el mundo. Si es así, ¿es un tema literario? Para Juan Pablo Villalobos (Jalisco, 1973), sí, lo es. Y no sólo eso, hoy cualquiera puede escribir, y debe romperse la idea elitista de que el arte es un asunto para los "genios".

En su nuevo libro, Peluquería y letras (Anagrama, 2022), ofrece una exploración de la felicidad, de la vida doméstica, del amor, de la ternura, de la alegría y del humor, a partir de profundas reflexiones sobre el oficio de escribir.

Juan Pablo, el protagonista de la novela, decide un día que, además de ser vigilante de un supermercado, es un autor al que le ha llegado la hora de contar su vida en la que, aparentemente, no hay nada más interesante que ir a recoger a sus hijos a la escuela, realizar trámites burocráticos que le encomendó su esposa, y lidiar con un acosador y con una estilista que hace mal su trabajo.

"Tenía la idea de escribir un libro que explorara los conceptos de la felicidad y de la utopía, hablar de lo que significan y de cómo las contamos; existe la idea de que sólo el dolor, la crisis y la violencia son temas de la literatura. Entonces, ¿cómo se cuenta una historia feliz sin frivolidad?, ¿cómo puede ser éste un libro que cuestione esa realidad?", cuenta en entrevista.

La felicidad, añade, está asociada a la estabilidad en la que nada pasa. "Lo que es que nos da miedo es pensar en que somos frágiles, vulnerables, precarios y en que todos nos vamos a morir; la estabilidad, entonces, es una manera de negar esos miedos; por otro lado, políticamente, es un pensamiento conservador, que nada cambie porque lo más importante es que haya una estabilidad económica, pero ¿a qué costo? En la vida también pagamos costos, pretendemos que todo está bien pese a que nuestra relación de pareja, de trabajo, familiar, no funcionan, pero nos da más miedo cambiarlas y mostrarnos vulnerables", refiere.

Para Villalobos, por más que hable de la felicidad, de sentimientos positivos como la ternura, la solidaridad, la convivencia, el amor, por debajo están los temas que siempre le han preocupado como las cuestiones de clase o por qué un sitio puede llegar a ser problemático si no eres honesto con lo que cuentas.

La figura del escritor es otro de los temas que aborda en este libro, al que se suele considerar como un genio, un ser brillante, dotado de capacidades únicas. “No tiene que ser un genio, tiene que ser alguien atento, es decir, tiene que poner atención a lo que está pasando a su alrededor, no tiene por qué entender la realidad, sino salirse de sí mismo para mirar a los demás. Yo quiero salirme de mí para mirar las cosas desde lugares que no son los míos y, a partir de ahí, escribir”, sostiene.

Y agrega: “Hay gente que se queja de que cualquiera puede escribir, como si hubiera una nostalgia de los tiempos en los que sólo los genios publicaban, como Octavio Paz. Sin embargo, en esa nostalgia hay una idea del mundo muy elitista. Hoy también se dice que en las redes sociales cualquiera opina, pues qué bueno, si no lo hacemos todos, entonces, ¿quién?, ¿los expertos?, ¿los expertos no tienen intereses? Para mí, todos podemos escribir y opinar, vivimos en sociedad, el mundo es de todos”.

En este sentido, Villalobos cuestiona qué es lo literario: “Hemos creído que sólo las grandes historias, la guerra, el sufrimiento, la enfermedad, son literarias; no se considera que, en un día cualquiera, como mi personaje, puede haber literatura. Desde hace un siglo nos venimos cuestionando qué es el arte, vamos a un museo y criticamos las obras, pero qué bueno que existan, Goya es genial, pero hemos evolucionado, hemos cambiado. ¿Quién decide que algo es buena literatura?, ¿la academia, la crítica, las universidades, los medios de comunicación?”, cierra.

DATOS

  • 15 países han traducido sus novelas.
  • 2003, año en que se fue a Barcelona.
  • Es autor de obras como Fiesta en la madriguera, Si viviéramos en un lugar normal y Te vendo un perro. Por No voy a pedirle a nadie que me crea, ganó el Premio Herralde de Novela 2016.
  • En 2018 publicó el libro de cuentos "Yo tuve un sueño", compuesto por diez breves relatos sobre la migración de niños centroamericanos a Estados Unidos.

CAR