Marco Antonio firma como M.A.F.O. Una parte de sus dibujos los ha titulado con el nombre de: “Obra de arte de la pintura con pluma en 4 facetas. Vida grata en libertad y con familia, y vida ingrata en las cárceles de la Ciudad de México”. Sus piezas, sobre cartulina blanca, están hechas con bolígrafos de colores y lucen llenas de elementos.
“El grado de lucidez de la obra es notable y cada viñeta está acompañada de profundas reflexiones por escrito”, define una cédula en el Museo del Objeto del Objeto (MODO). Una de sus obras muestra una sala de lectura, vista desde las alturas, donde más de 25 personas disfrutan de los libros, y todo a su alrededor son pequeños estantes llenos de volúmenes, en cuyos lomos aparecen los títulos de cada uno.
M.A.F.O. es una persona clasificada como inimputable, es decir, “que un perito legal y uno médico lo califican como una persona que no es dueña de sus actos ni de las consecuencias de los mismos, por lo que no debe cumplir necesariamente con sentencias sino con medidas de seguridad, que básicamente es lo mismo, se trata de medidas de seguridad de 30, 35 años”, explica el artista Ricardo Caballero.
Caballero ha fungido como mediador y seleccionador de la última exposición del MODO, abierta hasta el 18 de septiembre próximo y titulada “Desde adentro”. Se trata de piezas, entre pintura, dibujo, collage y textiles, creadas por 54 interno-pacientes psiquiátricos del Sistema Penitenciario de la CDMX, con los que el curador ha trabajado en los últimos seis años, en convivencia con los objetos que pertenecen a la colección del museo.
“Es demasiado abstracto imaginar que una persona tiene esquizofrenia porque escucha voces o tiene alucinaciones visuales o auditivas, o tiene pensamientos delirantes, pero a lo largo de la convivencia con ellos uno genera una especie de diagnóstico propio, yo me confundo porque hay gente que consumió muchas drogas y su conducta pareciera indicar que sufre de esquizofrenia, pero no es así”, explica Caballero.
La salud mental, el medicamento administrado y regulado, los espacios que se habitan o lugares donde se reside, entendidos estos como la vivienda, el hogar o el refugio, pero también los recuerdos, los dolores, las pasiones o las soledades, surgen en las piezas que han sido elaboradas con la conducción de Caballero, a través de talleres llevados a cabo dos veces por semana.
Los internos pertenecen al Penal Femenil de Tepepan y al Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial (CEVAREPSI) y la exposición incluye dos segmentos: uno titulado “Informe de sí”, en el que se muestran obras que hacen un recorrido individual por cada autor y otra parte, la más extensa, que muestra un trabajo retrospectivo del trabajo que realizaron durante la pandemia. Adicionalmente, las obras se acompañan de 490 objetos de la colección del MODO.
"A través del trabajo constante dentro de los penales, hemos establecido un vínculo muy estrecho con la población considerada psiquiátrica de estas instituciones. Este vínculo se ha fortalecido con el paso del tiempo, ha abierto puentes de comunicación desde adentro hacia el exterior, y nos ha brindado oportunidades para comprender a un sector de la población penitenciaria que rara vez tiene posibilidades para expresarse", agrega Caballero.
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